Cerramos el mes de abril, y lo hacemos con sólo cuatro encuestas en la página oraculus.mx, que agrupa aquellas que se realizan en domicilio y depositan la información en el INE. Una de las cuatro es notoriamente diferente de las otras tres. Mientras Berumen, Consulta y BGC encuentran, en promedio, preferencias por AMLO de 41.6%, 30.3% para Anaya y 22.3% para Meade, Reforma asigna 48% al primero, 26 al segundo y 18 al tercero. En términos de diferencias, mientras tres encuestas estiman 14 puntos entre primero y segundo lugar, la otra encuentra 22 puntos. No es poco.
Además de las mencionadas, la empresa MassiveCaller realizó encuestas diarias durante abril. He visto muchas personas que descalifican lo que hace esta empresa, porque no se trata de encuestas domiciliarias, sino telefónicas mediante robot, y no entrevistas personales. Indudablemente, eso modifica la población cuyas preferencias se miden, pero no descalifica la medición. En Estados Unidos, este tipo de encuestas se realizan desde hace dos décadas, y no parecen tener fallas de medición diferentes de las encuestas tradicionales. A los interesados, sugiero revisar el sitio fivethirtyeight.
Como usted sabe, cada casa encuestadora tiene un pequeño sesgo, provocado por sus decisiones acerca del marco muestral, el trabajo de campo, y otras. Ese sesgo es algo normal y puede estimarse comparando contra el promedio de las demás encuestas. Por ejemplo, las publicadas por El Financiero y Parametría suelen dar a Margarita Zavala más puntos que el resto. Sobreestiman a AMLO Parametría y Reforma, mientras Suasor lo hace con Meade, y GEA-ISA y Consulta, con Anaya. Si hacemos el mismo ejercicio con MassiveCaller, encontramos que le otorga más puntos a Zavala y menos a Meade, en comparación con el resto de las encuestas. Pero, fuera de ello, que es algo normal como decíamos, no encuentro diferencia relevante en las mediciones que publican. En el transcurso de abril, su diferencia contra las tres encuestas publicadas por oraculus que mencionamos al inicio (es decir, excluyendo Reforma), es inferior a un punto, tanto para AMLO como para Anaya.
Ya deberíamos haber aprendido que ninguna casa encuestadora nos puede decir exactamente cuáles son las preferencias de la población, ni mucho menos adivinar lo que harán el día de la elección. Las encuestas permiten hacer estimaciones que, con cierta probabilidad, indican lo que la población en su conjunto está pensando. Por ello, es preferible ver el conjunto de las mediciones, y no suponer que una u otra casa es más “atinada”. En ese conjunto, algunas deberían tener un mayor peso que otras, porque su historia las avala, y porque su metodología es más adecuada. No todas las encuestas depositadas en el INE y recopiladas por oraculus son de la misma calidad. Y aun considerando todas ellas, apenas tenemos 10 mediciones en marzo y cuatro en abril.
Ojalá en los dos meses que faltan para la elección tengamos más encuestas, que nos permitan tener una mejor idea de lo que ocurrirá el día de la elección. Por el momento, lo único que parece claro es la ubicación de los candidatos en su posición relativa, con AMLO en primer lugar, Anaya en segundo y Meade en tercero. La distancia entre los dos primeros, según el promedio de oraculus es de 14 puntos y en MassiveCaller, de 11 puntos, hasta antes del debate. Después de eso, lo único que tenemos es esta última medición, que promedia 9 puntos. Entre segundo y tercer lugar, oraculus reporta 8 puntos, MassiveCaller, antes del debate, 14 puntos, y casi 20 después del mismo. Aunque AMLO ya dice que “este arroz ya se coció”, es posible que su frase sea más adecuada para la distancia entre segunda y tercera posición. Y de ser así, serán dos meses de “segunda vuelta estilo mexicano”. Ya veremos.
Esta columna es publicada con la autorización expresa de su autor.
Publicado originalmente en El Financiero.
Además de las mencionadas, la empresa MassiveCaller realizó encuestas diarias durante abril. He visto muchas personas que descalifican lo que hace esta empresa, porque no se trata de encuestas domiciliarias, sino telefónicas mediante robot, y no entrevistas personales. Indudablemente, eso modifica la población cuyas preferencias se miden, pero no descalifica la medición. En Estados Unidos, este tipo de encuestas se realizan desde hace dos décadas, y no parecen tener fallas de medición diferentes de las encuestas tradicionales. A los interesados, sugiero revisar el sitio fivethirtyeight.
Como usted sabe, cada casa encuestadora tiene un pequeño sesgo, provocado por sus decisiones acerca del marco muestral, el trabajo de campo, y otras. Ese sesgo es algo normal y puede estimarse comparando contra el promedio de las demás encuestas. Por ejemplo, las publicadas por El Financiero y Parametría suelen dar a Margarita Zavala más puntos que el resto. Sobreestiman a AMLO Parametría y Reforma, mientras Suasor lo hace con Meade, y GEA-ISA y Consulta, con Anaya. Si hacemos el mismo ejercicio con MassiveCaller, encontramos que le otorga más puntos a Zavala y menos a Meade, en comparación con el resto de las encuestas. Pero, fuera de ello, que es algo normal como decíamos, no encuentro diferencia relevante en las mediciones que publican. En el transcurso de abril, su diferencia contra las tres encuestas publicadas por oraculus que mencionamos al inicio (es decir, excluyendo Reforma), es inferior a un punto, tanto para AMLO como para Anaya.
Ya deberíamos haber aprendido que ninguna casa encuestadora nos puede decir exactamente cuáles son las preferencias de la población, ni mucho menos adivinar lo que harán el día de la elección. Las encuestas permiten hacer estimaciones que, con cierta probabilidad, indican lo que la población en su conjunto está pensando. Por ello, es preferible ver el conjunto de las mediciones, y no suponer que una u otra casa es más “atinada”. En ese conjunto, algunas deberían tener un mayor peso que otras, porque su historia las avala, y porque su metodología es más adecuada. No todas las encuestas depositadas en el INE y recopiladas por oraculus son de la misma calidad. Y aun considerando todas ellas, apenas tenemos 10 mediciones en marzo y cuatro en abril.
Ojalá en los dos meses que faltan para la elección tengamos más encuestas, que nos permitan tener una mejor idea de lo que ocurrirá el día de la elección. Por el momento, lo único que parece claro es la ubicación de los candidatos en su posición relativa, con AMLO en primer lugar, Anaya en segundo y Meade en tercero. La distancia entre los dos primeros, según el promedio de oraculus es de 14 puntos y en MassiveCaller, de 11 puntos, hasta antes del debate. Después de eso, lo único que tenemos es esta última medición, que promedia 9 puntos. Entre segundo y tercer lugar, oraculus reporta 8 puntos, MassiveCaller, antes del debate, 14 puntos, y casi 20 después del mismo. Aunque AMLO ya dice que “este arroz ya se coció”, es posible que su frase sea más adecuada para la distancia entre segunda y tercera posición. Y de ser así, serán dos meses de “segunda vuelta estilo mexicano”. Ya veremos.
Esta columna es publicada con la autorización expresa de su autor.
Publicado originalmente en El Financiero.
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