Para quienes tienen una preferencia política distinta a la priista y todo lo que ésta representa, la encuesta realizada por consulta Mitofsky puede llegar a ser desalentadora mientras que, para los que desean el regreso del PRI a los Pinos los resultados son esperanzadores.
Sin embargo, vale la pena recordar que en 1997 y el año 2000, con todo el aparato priista en marcha, al final los electores masivamente se manifestaron a favor de partidos distintos al PRI. En la primera el fraude no permitió a Cuauhtémoc Cárdenas ocupar la presidencia, en la segunda repetir la treta fue insostenible.
En la campaña presidencial de 2006, las encuestas daban una amplia ventaja a López Obrador a un año de la elección, misma que fue disminuyendo conforme el mes de Julio se acercaba. No es mi intención soslayar lo desaseado de la elección y las dudas; fundadas o no, de lo que pasó en su desenlace. El propósito es sólo remarcar el hecho de que el mexicano deja casi todo para el último y al final todo se aprieta.
Hay que aceptar que los “indecisos” y quienes quieren mantener su voto secreto hasta el fin, suman una gran cantidad. Hubo encuestas previas a esas elecciones que daban la delantera a quien finalmente no ganó y no con ello todas fueron truqueadas, simplemente fueron los datos que ofreció el encuestado al momento de la encuesta.
Existen múltiples factores que en las elecciones mencionadas en este ejemplo, influyeron también en los resultados finales, todos, relacionados con los intereses personales o de grupo, algunos mezquinos y otros muy nobles. Pero el factor más importante fue el de cada ciudadano que se presentó a votar, esto es innegable.
Por mucho que se sumen los miembros de sindicatos,hombres de negocio y compra de voluntades en algunos sectores de la población, a la hora de hacer la resta, el electorado independiente es mayor en cantidad, por lo que anticipar el resultado a un año de la elección presidencial es prematuro.
Este tipo de ejercicios (las encuestas), son saludables para impulsar la participación y afinar el trabajo proselitista y estratégico de los partidos y nada más.
Muy oportuna la encuesta Mitofsky y las que vengan, dada la etapa por la que atraviesan los partidos y ciudadanos debatiéndose entre la utilidad práctica y la coherencia ideológica de las alianzas, servirá estoy seguro, para definir en los próximos días rumbos y justificar con datos duros al electorado el por qué de las estrategias a tomar en las elecciones por venir.
No hay que perder de vista que la única encuesta válida (espero) y la definitoria es la última… la de las urnas.
Buenos dias...pues yo siempre he pensado q para ganar la presidencia debes tener el poder de "someter" las urnas..bien sabido es q ha sido asi en las ultimas eleccion...sera igual la proxima vez??? La pregunta queda en el aire.
ResponderBorrarSi la encuesta en cuestión resultara cierta en la práctica, no tendremos perdón de Dios ni de nadie. El tiempo, trabajo y dinero que costó retirar a esos zanganos del poder, después de los 70 años que lo usufructuaron en su beneficio personal, para entregarselo nuevamente porque no somos capaces de ejercer responsablemente nuestro poder de elección tomando en serio una votación y el compromiso que éste conlleva (pensar antes de elegir, no decidir con los pies) dejándonos llevar solamente por nombres, aspecto físico, ser la pareja de la estrellita de moda, o por el simplista razonamiento "de todos modos ganará" aunque vote y por eso mojor me quedo en casa a ver "el clásico" por T.V.
ResponderBorrarQue triste, tropezaremos una véz más con la misma piedra (roca)? Si es así, no nos lamentemos después, quién sabe si tendremos otra oportunidad de cambiar a este país, o lo que quede de él con ellos de regreso.