En los últimos días hemos visto cómo el PRI y el equipo de Margarita Zavala ha enfocado todas sus baterías contra Ricardo Anaya para intentar bajarlo de ese segundo lugar, cercano al primero, mediante el desprestigio.
Sean o no verdad las acusaciones en su contra, se está repitiendo la estrategia de hablar ad infinitum sobre López Obrador. Y con ello, se repite el error.
Todos los medios, formales e informales, tienen a Anaya en el top de sus comentarios, reportajes y análisis.
Ya vimos que a los mexicanos hoy, les importa poco la reputación o probada corrupción de los candidatos y quienes los rodean, lo que tienen es sed de venganza y deseo de sacar al PRI de Los Pinos, por justificadas o injustificadas razones; por lo tanto, los ataques fortalecen a los contrincantes quienes, por cierto, se benefician de horas y horas gratis en los medios.
Creo que cometer el mismo error dos veces es no querer darse cuenta de la gravedad del asunto. Mientras hacen crecer las postulaciones de sus adversarios, el PRI pierde tiempo precioso para repensar la campaña de Meade y tratar no sólo de conquistar al electorado; sino también de mantener su base cohesionada.
Pero cada uno es responsable de sus actos y, hoy por hoy, el PRI trabaja para Anaya, espere que en abril trabaje para el ‘peje’.
Mientras tanto, nos quedaremos esperando a ver al verdadero Meade. Si ocuparan todo ese tiempo en llenar los medios de su presencia, podrían aspirar a algo más honroso.
Twitter: @adejorge
Sean o no verdad las acusaciones en su contra, se está repitiendo la estrategia de hablar ad infinitum sobre López Obrador. Y con ello, se repite el error.
Todos los medios, formales e informales, tienen a Anaya en el top de sus comentarios, reportajes y análisis.
Ya vimos que a los mexicanos hoy, les importa poco la reputación o probada corrupción de los candidatos y quienes los rodean, lo que tienen es sed de venganza y deseo de sacar al PRI de Los Pinos, por justificadas o injustificadas razones; por lo tanto, los ataques fortalecen a los contrincantes quienes, por cierto, se benefician de horas y horas gratis en los medios.
Creo que cometer el mismo error dos veces es no querer darse cuenta de la gravedad del asunto. Mientras hacen crecer las postulaciones de sus adversarios, el PRI pierde tiempo precioso para repensar la campaña de Meade y tratar no sólo de conquistar al electorado; sino también de mantener su base cohesionada.
Pero cada uno es responsable de sus actos y, hoy por hoy, el PRI trabaja para Anaya, espere que en abril trabaje para el ‘peje’.
Mientras tanto, nos quedaremos esperando a ver al verdadero Meade. Si ocuparan todo ese tiempo en llenar los medios de su presencia, podrían aspirar a algo más honroso.
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