A los terribles dolores de parto le sigue el nacimiento de un nuevo ser. Está tan de moda en el mundo estar o decir estar enojado por todo, sin más argumentos que el odio/temor hacia cualquier cosa y sentirse envalentonados detrás de una cuenta anónima en las redes sociales que se han convertido en el termómetro de la opinión pública y el ánimo social;
o bien, detrás de un grupo mafioso que dice defender derechos fundamentales, cuando en realidad lo que hacen es tratar de mantener el poder y control mal habido sobre la vida de muchos, vociferando a los cuatro vientos sobre asuntos en los que no tienen sustento alguno y que no necesariamente reflejan la realidad de todos, que quizá sea necesario propinarle la lección de su vida a quienes en realidad quieren tomar venganza y no proponer soluciones que beneficien a los demás. La legión de idiotas debe entender por las malas, ya que por las buenas es inútil. Para ello, una sopa de su propio chocolate es el remedio, creo yo.
Entonces se me ocurre que la única manera es haciendo que los dos personajes que más odio han sembrado en México y Estados Unidos ganen los puestos que tanto ambicionan: la presidencia de sus países.
No tardaran mucho los que no entienden de razones para que se les caiga el velo de los ojos y comiencen a presenciar la caída de sus ídolos. Los verán convertirse en lo que son.
Entre su ineptitud, mafias y todo el rencor que jamás han escondido, las consecuencias devastadoras para economía y sociedad acabarían, de una vez por todas, de convencerlos de que la vía de la polarización y el odio, la falta de profesionalismo y la unción de los mesías, no es más que abrirle paso a la sinrazón y el abuso.
En poco tiempo veremos los efectos negativos que los ‘resentidos’ propinarán al Reino Unido por su ‘heroica’ decisión de ‘independizarse’ de Europa. A ellos también los movió el rencor y los líderes charlatanes y populistas, también fueron movidos por un falso nacionalismo alimentado por la legión de idiotas a través de las redes sociales. Cuando se les pase el efecto del opio populista, llorarán por regresar y será demasiado tarde.
Pero nadie entiende en cabeza ajena y por eso, considero que la única manera de hacer entender a los ciudadanos de una y otra nación, es mediante la experiencia propia de dar un salto al pasado, autoritario, rancio y sin visión de futuro. Adoptar el odio como sistema, para después desterrarlo de nuestras vidas.
Que sean pues AMLO y Trump presidentes de una vez y se caiga todo esto, para que, a partir de ahí, entonces sí se busquen vías pacíficas, incluyentes y con espíritu de equipo. Para que fluyan las ideas y no los ríos de porquería de los últimos años.
Mientras eso no pase, los que están siempre en contra de todo, jamás entenderán el mal que le hacen a sus familias, hasta que las mismas empiecen a sufrir las consecuencias de su mentirosa y manipuladora indignación.
Después de que eso pasara, ponerse a trabajar sería un buen comienzo ¡huevones!
email: jorgediaz@live.co.uk
Twitter: @adejorge
Facebook: http://goo.gl/Q4w6D2
Google+: http://gplus.to/JorgeDiazElizondo
Sitio web: http://goo.gl/KSWHW
Blog: http://www.lasanadistancia.com/
o bien, detrás de un grupo mafioso que dice defender derechos fundamentales, cuando en realidad lo que hacen es tratar de mantener el poder y control mal habido sobre la vida de muchos, vociferando a los cuatro vientos sobre asuntos en los que no tienen sustento alguno y que no necesariamente reflejan la realidad de todos, que quizá sea necesario propinarle la lección de su vida a quienes en realidad quieren tomar venganza y no proponer soluciones que beneficien a los demás. La legión de idiotas debe entender por las malas, ya que por las buenas es inútil. Para ello, una sopa de su propio chocolate es el remedio, creo yo.
Entonces se me ocurre que la única manera es haciendo que los dos personajes que más odio han sembrado en México y Estados Unidos ganen los puestos que tanto ambicionan: la presidencia de sus países.
No tardaran mucho los que no entienden de razones para que se les caiga el velo de los ojos y comiencen a presenciar la caída de sus ídolos. Los verán convertirse en lo que son.
Entre su ineptitud, mafias y todo el rencor que jamás han escondido, las consecuencias devastadoras para economía y sociedad acabarían, de una vez por todas, de convencerlos de que la vía de la polarización y el odio, la falta de profesionalismo y la unción de los mesías, no es más que abrirle paso a la sinrazón y el abuso.
En poco tiempo veremos los efectos negativos que los ‘resentidos’ propinarán al Reino Unido por su ‘heroica’ decisión de ‘independizarse’ de Europa. A ellos también los movió el rencor y los líderes charlatanes y populistas, también fueron movidos por un falso nacionalismo alimentado por la legión de idiotas a través de las redes sociales. Cuando se les pase el efecto del opio populista, llorarán por regresar y será demasiado tarde.
Pero nadie entiende en cabeza ajena y por eso, considero que la única manera de hacer entender a los ciudadanos de una y otra nación, es mediante la experiencia propia de dar un salto al pasado, autoritario, rancio y sin visión de futuro. Adoptar el odio como sistema, para después desterrarlo de nuestras vidas.
Que sean pues AMLO y Trump presidentes de una vez y se caiga todo esto, para que, a partir de ahí, entonces sí se busquen vías pacíficas, incluyentes y con espíritu de equipo. Para que fluyan las ideas y no los ríos de porquería de los últimos años.
Mientras eso no pase, los que están siempre en contra de todo, jamás entenderán el mal que le hacen a sus familias, hasta que las mismas empiecen a sufrir las consecuencias de su mentirosa y manipuladora indignación.
Después de que eso pasara, ponerse a trabajar sería un buen comienzo ¡huevones!
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