La sana Distancia | Jorge Diaz
Se
dijo hasta el cansancio en esta columna desde finales del año anterior: AMLO
sería quien finalmente abanderaría al PRD y los partidos de izquierda, mientras
que Ebrard ya trabaja en su proyecto para 2018. No era para menos, el control
que el tabasqueño tiene sobre “las izquierdas” sigue siendo muy fuerte todavía.
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Se
dijo hasta el cansancio en esta columna desde finales del año anterior: AMLO
sería quien finalmente abanderaría al PRD y los partidos de izquierda, mientras
que Ebrard ya trabaja en su proyecto para 2018. No era para menos, el control
que el tabasqueño tiene sobre “las izquierdas” sigue siendo muy fuerte todavía.
No
había de otra; si Marcelo se empecina y rompe lanzas con López Obrador, el
vergonzoso espectáculo de una posible campaña separados sería la debacle para los
partidos de izquierda, por decir lo menos.
¿Les
alcanzará? Los números dicen que no y ese es precisamente otro motivo para que
el jefe capitalino de un paso atrás. Una posible derrota clara y contundente en
las urnas para el de Macuzpana en las próximas elecciones, supone su
disminución (sino es que su extinción) como líder moral (válgame el término por
esta ocasión), en el sexenio entrante.
Toda
vez que el fenómeno Peña Nieto y la feroz (quién sabe si efectiva) embestida lopezobradorista
se diluyan en el 2013 o 2014, Ebrard podrá construir una candidatura con toda
calma y a modo.
Por
lo pronto se deja ver ya, lo que será la apuesta de los de la izquierda unida
por lo menos al principio; se acaba de implementar en las redes sociales un
slogan un tanto cursi: “República Amorosa”, supongo que para contrastar con la
marca de sangre de la actual administración. ¿Cómo creer que los rijosos de
hace seis años (SME incluido), se hayan convertido al amor y la conmiseración
hacia el prójimo? Pero bueno, en esto de la política hay más disfraces que en
una fiesta de Halloween.
Es
preciso indicarle a los azules, que el escenario ideal para López Obrador se ve
más que posible. Con el ánimo por los suelos después del golpe electoral y del
golpe del destino que recibió no sólo Calderón, sino todo el panismo en su
conjunto, se antoja difícil para ellos levantarse y dar la pelea el año
entrante. Este será un duelo Peña-López.
Sólo
para refrescarle la memoria al querid@ lector(a), el siete de Julio de 2011 se apuntó en este humilde espacio de
opinión: “En 2012 será PRI contra PRD”
http://www.porunmexicointeligente.com/2011/07/en-2012-sera-pri-vs-prd.html
¿Quién
quiere apostar?
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