¡Sí, más sangre!

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El título de la columna es a propósito de las declaraciones del que es señalado como el delfín del Presidente Calderón, Ernesto Cordero. En el supuesto de ser el abanderado por el PAN para las elecciones en 2012, manda un claro mensaje: continuará con la estrategia actual contra el narcotráfico.

Textualmente dijo al ser entrevistado después de reunirse con empresarios mexicanos: “Les compartí mi absoluta convicción de que estamos utilizando la estrategia correcta; en México hay que enfrentar con todo a la delincuencia organizada, no podemos cederle un espacio, no podemos cederle un metro”.

No hay un solo indicio en sus declaraciones que sugiera la revisión de los métodos, el replanteamiento de la estrategia. No sería de extrañarse que este mensaje vaya no sólo a los mexicanos, sino también a nuestros vecinos norteamericanos. Es como estarle diciendo a la administración Obama: “Conmigo la tienen segura, seguiremos en sintonía con sus políticas y continuaremos poniendo los muertos de este lado”.

Por difícil que parezca, no creo que estas declaraciones sean mal recibidas por la mayoría de los mexicanos, me atrevería a decir -basado en la retroalimentación que obtengo de las redes sociales- que por lo menos la mitad de los ciudadanos está contento con la guerra emprendida por Calderón, por lo que es de esperarse simpatía a lo declarado por Cordero y por qué no, que esto le haga ganar unos puntitos tan necesarios para sus aspiraciones.

Es por demás interesante cómo se va tejiendo la estrategia para mantenerse en el poder de parte del grupo calderonista, se detiene a Hank Rhon por los motivos ampliamente conocidos (aunque no esté saliendo del todo bien, el golpe mediático está dado), el Presidente hace un recordatorio del oscuro pasado priista desde Estados Unidos y ahora lo declarado por Cordero.

Les están hablando a sus duros, a los jóvenes, a los padres de éstos y a los conservadores norteamericanos. Puede parecer erróneo y falto de sensibilidad, pero estoy seguro que sus palabras encontrarán eco en un amplio sector del electorado. ¿Les alcanzará? Quien sabe.

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