En 2007, cuando Gabinete (GCE) presentó la primera edición de la Encuesta Nacional, Gobierno, Sociedad y Política, de los 31 gobernadores evaluados entonces, 20 pertenecían al PRI, siete al PAN y cuatro al PRD. Nueve años después habrá 10 entidades gobernadas por el PAN (o sus coaliciones); cuatro por el PRD y el PRI gobernará 15. Además hay un gobernador del PVEM y un independiente. La Ciudad de México sigue gobernada por el PRD. En el periodo ha habido 51 elecciones estatales, en 26 de éstas hubo alternancia del partido en el poder. De 2007 a 2011 la tasa de alternancia fue de 44 por ciento; de 2012 a 2014 fue de 50% y en los últimos años ha sido de 71%.
Estas cifras son indicativas de la velocidad del cambio y las transformaciones profundas en la sociedad. Los hábitos informativos y de entretenimiento se ofrecen de manera creciente en medios digitales y el llamado smartphone es el instrumento protagonista de esta transformación. Atendiendo a esta consideración, en la nueva edición de la Encuesta Nacional a presentarse por GCE el 30 de agosto, además de un capítulo relacionado con la métrica del humor social y la evaluación de los gobiernos, se presenta uno relativo al acceso a internet en el que los encuestados responden sobre consumo, servicio y uso de redes sociales y la confiabilidad que le otorgan a la información digital.
El receptor de la información generada por un estudio de opinión es una persona activa. Los reportes estadísticos convencionales de estos estudios, como se exponen hasta ahora, no permiten explotarla de manera diferenciada y el cruce de variables es muy reducido. Por ello, GCE, sumándose al uso de las nuevas tecnologías, ha venido desarrollando una nueva forma de presentar la información para facilitar su entendimiento integral y acorde a la exigencia de esta nueva sociedad.
A partir de ahora, presentaremos nuestros estudios, a través de un sistema explotador de datos (X-Data) que permite leer la encuesta de manera abierta y con cruces de resultados diversos en tiempo real y a gusto del receptor. Así por ejemplo, la evaluación del gobernador no solo podrá ser consultada en la forma convencional, sino con cruces automatizados de todas las variables posibles en una investigación de esta naturaleza; por ejemplo, si quienes se identifican con un partido en particular son más proclives al Facebook o a otra red social; si la generación de millennials, que trabajan, que tienen instrucción superior y que son mujeres, o esa misma generación, que no trabaja y no tiene estudios, si son más afines a un partido, a una determinada calificación de su gobernante o un tema particular de preocupación. Todo, desde un smartphone, haciendo uso de nuestra nueva herramienta de búsqueda de datos.
El pronóstico de alternancia se explica por la combinación de tres variables de contexto: la primera son los términos de la contienda. Es decir, la concurrencia de candidatos-partidos con fuerza electoral. Conforme mayor sea el número de contendientes, el resultado se puede resolver con un porcentaje de votos relativamente bajo. Así, en los comicios de gobernador de junio pasado en Hidalgo, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz, el ganador prevaleció con menos de 35% de los votos. La otra variable se refiere al humor social que remite a la percepción presente y futura de la situación personal y familiar económica, de seguridad, de valoración de la corrupción y la calidad de vida, así como del rumbo que lleva el país o su entidad. Finalmente, hay una variable adicional, importante para la estrategia de los partidos en campaña, aunque no definitoria en el resultado: la valoración de las autoridades. Signo de los tiempos: si la autoridad está negativamente evaluada, el candidato de su partido pierde; si la valoración es positiva, puede no ganar.
Las campañas de comunicación se realizan a partir de un análisis del entorno. Su margen de eficacia está limitado por las condiciones de la circunstancia, pero una comprensión de éstas permite maximizar la recepción y el impacto de la comunicación. Así, en los comicios pasados, se advierte la dificultad diferenciada de los candidatos del partido gobernante para mantenerse en el poder. Casi todos los casos se explican por el análisis del humor social y evaluación del gobierno. El reporte de GCE y la aplicación para explotar datos que le acompaña ofrecen una oportunidad para un análisis detallado y una interpretación libre y abierta de la información.
En la explicación de lo que acontece en política y las elecciones, con frecuencia se hace presente un interesado simplismo. La situación es mucho más compleja de lo que parece. Los rangos de edad, niveles socioeconómicos y afinidades partidarias también deben asociarse a los hábitos informativos y a la inclusión o participación de redes sociales. Así, por ejemplo, en el análisis de los problemas o preocupaciones ciudadanas, el reporte muestra que quienes privilegian el Facebook ven en la inseguridad el principal problema por arriba de cualquier otro, mientras que para los usuarios de Twitter el tema de la corrupción adquiere relieve por arriba de la inseguridad.
Estimo que es mucho lo que tenemos que conocer de la nueva sociedad mexicana. Incluso creo que el desafío no es nada más local, sino metodológico y sociológico. Esto significa que es una cuestión de la sociedad contemporánea y que muchas de las herramientas convencionales en materia de comunicación y de conocimiento de la realidad, como son las encuestas, deben actualizarse para poder responder con eficacia, bien sea para conectar mejor con la sociedad o el electorado, o para contar con información relevante y confiable de la realidad. A eso atiende este primer intento de asociar variables de evaluación de gobierno con humor social y acceso al internet. Es una mirada de frente al espejo.
En este contexto, el paso disruptivo del presidente Peña Nieto al hacer de su cuarto Informe de gobierno un ejercicio de comunicación política en el que se entreveran el mundo digital con formas diferentes, más abiertas, menos formales de comunicación, explora lo inédito a partir de la nueva realidad. Las reservas sobre la institucionalidad se han expresado incluso por quienes, hasta hace poco, cuestionaban la forma previa en la que se realizaba el informe presidencial o el evento mediático asociado a éste. Más allá de la valoración de los rituales institucionales ahora somos testigos de una forma de comunicación sobre la que debemos estar atentos para entenderla en sus resultados con apertura y visión de cara a los nuevos retos de la comunicación.
http://twitter.com/liebano
Estas cifras son indicativas de la velocidad del cambio y las transformaciones profundas en la sociedad. Los hábitos informativos y de entretenimiento se ofrecen de manera creciente en medios digitales y el llamado smartphone es el instrumento protagonista de esta transformación. Atendiendo a esta consideración, en la nueva edición de la Encuesta Nacional a presentarse por GCE el 30 de agosto, además de un capítulo relacionado con la métrica del humor social y la evaluación de los gobiernos, se presenta uno relativo al acceso a internet en el que los encuestados responden sobre consumo, servicio y uso de redes sociales y la confiabilidad que le otorgan a la información digital.
El receptor de la información generada por un estudio de opinión es una persona activa. Los reportes estadísticos convencionales de estos estudios, como se exponen hasta ahora, no permiten explotarla de manera diferenciada y el cruce de variables es muy reducido. Por ello, GCE, sumándose al uso de las nuevas tecnologías, ha venido desarrollando una nueva forma de presentar la información para facilitar su entendimiento integral y acorde a la exigencia de esta nueva sociedad.
A partir de ahora, presentaremos nuestros estudios, a través de un sistema explotador de datos (X-Data) que permite leer la encuesta de manera abierta y con cruces de resultados diversos en tiempo real y a gusto del receptor. Así por ejemplo, la evaluación del gobernador no solo podrá ser consultada en la forma convencional, sino con cruces automatizados de todas las variables posibles en una investigación de esta naturaleza; por ejemplo, si quienes se identifican con un partido en particular son más proclives al Facebook o a otra red social; si la generación de millennials, que trabajan, que tienen instrucción superior y que son mujeres, o esa misma generación, que no trabaja y no tiene estudios, si son más afines a un partido, a una determinada calificación de su gobernante o un tema particular de preocupación. Todo, desde un smartphone, haciendo uso de nuestra nueva herramienta de búsqueda de datos.
El pronóstico de alternancia se explica por la combinación de tres variables de contexto: la primera son los términos de la contienda. Es decir, la concurrencia de candidatos-partidos con fuerza electoral. Conforme mayor sea el número de contendientes, el resultado se puede resolver con un porcentaje de votos relativamente bajo. Así, en los comicios de gobernador de junio pasado en Hidalgo, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz, el ganador prevaleció con menos de 35% de los votos. La otra variable se refiere al humor social que remite a la percepción presente y futura de la situación personal y familiar económica, de seguridad, de valoración de la corrupción y la calidad de vida, así como del rumbo que lleva el país o su entidad. Finalmente, hay una variable adicional, importante para la estrategia de los partidos en campaña, aunque no definitoria en el resultado: la valoración de las autoridades. Signo de los tiempos: si la autoridad está negativamente evaluada, el candidato de su partido pierde; si la valoración es positiva, puede no ganar.
Las campañas de comunicación se realizan a partir de un análisis del entorno. Su margen de eficacia está limitado por las condiciones de la circunstancia, pero una comprensión de éstas permite maximizar la recepción y el impacto de la comunicación. Así, en los comicios pasados, se advierte la dificultad diferenciada de los candidatos del partido gobernante para mantenerse en el poder. Casi todos los casos se explican por el análisis del humor social y evaluación del gobierno. El reporte de GCE y la aplicación para explotar datos que le acompaña ofrecen una oportunidad para un análisis detallado y una interpretación libre y abierta de la información.
En la explicación de lo que acontece en política y las elecciones, con frecuencia se hace presente un interesado simplismo. La situación es mucho más compleja de lo que parece. Los rangos de edad, niveles socioeconómicos y afinidades partidarias también deben asociarse a los hábitos informativos y a la inclusión o participación de redes sociales. Así, por ejemplo, en el análisis de los problemas o preocupaciones ciudadanas, el reporte muestra que quienes privilegian el Facebook ven en la inseguridad el principal problema por arriba de cualquier otro, mientras que para los usuarios de Twitter el tema de la corrupción adquiere relieve por arriba de la inseguridad.
Estimo que es mucho lo que tenemos que conocer de la nueva sociedad mexicana. Incluso creo que el desafío no es nada más local, sino metodológico y sociológico. Esto significa que es una cuestión de la sociedad contemporánea y que muchas de las herramientas convencionales en materia de comunicación y de conocimiento de la realidad, como son las encuestas, deben actualizarse para poder responder con eficacia, bien sea para conectar mejor con la sociedad o el electorado, o para contar con información relevante y confiable de la realidad. A eso atiende este primer intento de asociar variables de evaluación de gobierno con humor social y acceso al internet. Es una mirada de frente al espejo.
En este contexto, el paso disruptivo del presidente Peña Nieto al hacer de su cuarto Informe de gobierno un ejercicio de comunicación política en el que se entreveran el mundo digital con formas diferentes, más abiertas, menos formales de comunicación, explora lo inédito a partir de la nueva realidad. Las reservas sobre la institucionalidad se han expresado incluso por quienes, hasta hace poco, cuestionaban la forma previa en la que se realizaba el informe presidencial o el evento mediático asociado a éste. Más allá de la valoración de los rituales institucionales ahora somos testigos de una forma de comunicación sobre la que debemos estar atentos para entenderla en sus resultados con apertura y visión de cara a los nuevos retos de la comunicación.
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Esta columna es publicada con la autorización expresa de su autor.
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