Un país con pobreza extrema, no merece llamarse país

El símbolo de México hoy: la ”dependencia” de ayuda para comer
El símbolo de México hoy: la ”dependencia” de ayuda para comer.
Concha Moreno. El Banco Mundial (BM) ha asegurado recientemente que el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de Naciones Unidas se alcanzó en 2010. Parece ser que la meta de “Erradicar la Pobreza Extrema” (reducirla a la mitad entre 1990 y 2015) se ha cumplido cinco años antes de lo previsto. Pero a mí me suena a campaña de lavado de imagen de la institución y de la conciencia de quienes trabajan en ambas organizaciones.

Puede que sí, que se haya sacado de la pobreza a 600 millones de personas gracias a la cooperación internacional. También me creo que haya 56 millones más de niñas y niños escolarizados, y que 14,000 escapen todos los días de las garras de la muerte. Lo que pasa es que, si nos centramos en nuestro país, la población en estado de pobreza ha aumentado del 44.5% al 46.2%. Traducido, significa que antes había 48.8 millones de pobres y ahora ya son 52, según los últimos resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), por lo que la inequidad sigue siendo una constante en el país y por ende, el impedimento más grande para el cumplimiento de esos objetivos. La pobreza extrema (sobreviven con menos de 1.25 dólares por día) se mantuvo en 11.7 millones de personas, y las carencias promedio de la población en pobreza “normal” bajaron de 2.7 a 2.5 entre 2008 y 2010.

Los municipios que en 2010 presentaron el mayor porcentaje de población en pobreza fueron: San Juan Tepeuxila, Oaxaca (97.4); Aldama, Chiapas (97.3); San Juan Cancuc, Chiapas (97.3); Mixtla de Altamirano, Veracruz (97); Chalchihuitán, Chiapas (96.8); Santiago Textitlán, Oaxaca (96.6); San Andrés Duraznal, Chiapas (96.5); Santiago el Pinar, Chiapas (96.5); Sitalá, Chiapas (96.5), y San Simón Zahuatlán, Oaxaca (96.4).

“Paisaje” de la miseria en el DF
“Paisaje” de la miseria en el DF.
Estas cifras han apremiado al Gobierno a poner en marcha un plan que “alivie” la situación a 7.4 millones de personas de todo el país -que no a solucionar el problema implementando medidas eficaces y duraderas- bajo el título de “Cruzada Nacional contra el Hambre”. Estas cifras han podido ser la causa, digo, o se puede haber debido a la presión de las organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional.

Porque, desde 2008, Amnistía ha hecho campaña para pedir al Gobierno que firme y ratifique el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturas. Este protocolo, que permite denunciar ante la ONU la violación de los derechos a causa de situaciones de pobreza, entró en vigor en febrero pasado y lo han firmado 40 países. México, a pesar de ser uno de los impulsores, se encuentra vergonzosamente fuera de la lista.

Por ello, tras anunciarse en enero la estrategia gubernamental para combatir la pobreza, Amnistía Internacional dio a conocer una serie de requisitos fundamentales, a incluir, para que ésta fuera verdaderamente efectiva (http://amnistia.org.mx/nuevo/2013/01/23/es-momento-de-verdaderas-acciones-contra-la-pobreza-millones-de-personas-no-pueden-esperar-mas/ )

Pero los dirigentes de este país tenían sus propios planes al respecto. El día en que se dio a conocer oficialmente la campaña, quedaron muy bien las palabras de la responsable de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, encargada su desarrollo y vigilancia (“la lucha contra el hambre es un desafío político y moral, ante el cual no cabe la indiferencia ni la apatía, y donde gobierno y sociedad vamos juntos”), pero a estas alturas ya parece otra cosa.


Las cifras de la miseria


Así se ganan la vida millones de mexicanos.
Así se ganan la vida millones de mexicanos. 
Lo que parece, y es real, es que en Oaxaca, el 87.5% de la población es pobre y el 56.8% padece pobreza extrema; en Chiapas, el 85.7% es pobre y la pobreza extrema alcanza al 37.9% de las personas; en Veracruz, un 73.6% es pobre y el 26.9% soporta pobreza extrema; en Hidalgo hay un 71% de pobres y un 23% de pobreza extrema; y en Puebla, la pobreza la soporta el 81.2% y la pobreza extrema el 19.2%.

Y también es real que en este país de 115 millones 639,915 personas (datos de Inegi a finales de diciembre de 2012) la población empleada sólo llega a 48 millones 203,851 y la que trabaja en la informalidad asciende a 29.3 millones, una cifra que se ha duplicado respecto a la medición anterior, según confesaba el propio instituto. Es decir, seis de cada diez empleos son informales. La informalidad, lo sabemos todos, supone que esas personas sobreviven como pueden vendiendo de todo: sólo hay que echar una ojeada a los tianguis de cualquier ciudad o pueblo. O atravesar cualquiera de las líneas del metro del DF, que más que estaciones parece albergar “la corte de los milagros”.

Supongo que esto del metro, a la señora Rosario Robles le sonará a chino, porque dudo que haya asomado siquiera la nariz. Si lo hubiera hecho, estoy segura de que no se habría atrevido a usar la Campaña contra el Hambre con otros fines que no fueran los meramente humanitarios. Aunque no esté “en los videos” presentados por el PAN, como ella dice, hay demasiadas voces que claman contra el uso de las despensas. Todos sabemos lo próximas que están las elecciones locales y lo necesitado que está su partido de munícipes. Las denuncias de Obrador, del PRD y de Gustavo Madero en cuanto a las evidencias de “uso indebido” de la campaña, y la comparecencia en el Senado de la Sra. Robles no han dejado ninguna duda de que, por lo menos hasta ahora, la cruzada no es tan humanitaria como se empeñan en “vender” a la población.

Por otro lado, cuando anunciaron la puesta en marcha de la campaña hablaban de atender a los 400 municipios más necesitados. Hoy, ya a finales de abril, me gustaría que alguien de Sedesol dijera cuáles son los municipios que “van a atender” y qué criterios se ha seguido para ello. ¿Son los más necesitados de ayuda o los que más necesita el partido para sus fines? Si son capaces de hacer pública esa lista, habrá que cotejarla con los datos de pobreza publicados por el Inegi, en la creencia de que coincidirán, porque, de lo contrario, estaríamos ante un caso claro de utilización electoral.

Los niños


En Amnistía Internacional dicen estar realmente preocupados por el informe “Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México” elaborado por Unicef y el Coneval, porque, casi la mitad (46%) de los 52 millones de personas que viven en situación de pobreza en el país, son niños y adolescentes. Además, esos 21.4 millones de menores en pobreza representan más de la mitad del total de menores de edad en México (el 53.8% de un total de 39.2 millones de niños)

Para la organización, esas cifras confirman una realidad “escandalosa e inaceptable”, que resulta aún más alarmante en las comunidades indígenas, dónde 7 de cada 10 niños viven en condiciones de pobreza y donde sólo uno de cada diez vive sin ninguna de las carencias medidas por el informe.

Quitar el hambre, o hacer negocios


Hacen falta alimentos sanos, no industriales.
Hacen falta alimentos sanos, no industriales. 
Por otra parte, en la campaña emprendida por este Gobierno hay algo que no se entiende. Si una buena parte de la población sufre malnutrición, lo lógico sería que se les proporcionara alimentos adecuados, no? Bueno, pues, de entrada, han firmados convenios con dos empresas que “ayudarán” en la cruzada: PepsiCo y Nestlé.

Supongo que no hace falta decirles qué productos fabrican ambas: bebidas azucaradas la primera, y productos lácteos la segunda.

Si no recuerdo mal, hace unos meses, la coordinadora de programas de nutrición del IMSS (instituto Mexicano de Seguridad Social), Martha Martínez Viveros, alertaba de que nuestro país está en cabeza a nivel mundial en cuanto a niños obesos. Esto supone un alto riesgo de que desarrollen diabetes mellitus, hipertensión arterial, además de padecimientos cardiovasculares. También indicó que es necesario promover el hábito de llevar a la escuela un refrigerio nutritivo preparado en casa, a fin de que los niños eviten consumir productos no saludables.

Por otro lado, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard ha llegado a la conclusión de que somos el país en el que más personas mueren por consumir bebidas azucaradas. Parece ser que de cada millón de personas que fallecen al año, más de 300 consumían grandes cantidades. Y es público y notorio que 7 de cada 10 mexicanos son diabéticos. He visto carteles en los vagones del metro avisando a la población de ello y la campaña era institucional, lo aseguro. Entonces, pregunto, ¿a qué viene regalar productos de PepsiCo? ¿Va a fabricar productos saludables para la campaña?

En cuanto a la aportación de Nestlé, aparentemente está bien, ya que sus productos pueden ayudar a combatir la malnutrición, por supuesto, pero siempre que el consumo sea habitual y no ocasional. Con repartir un par de despensas por familia al mes, dudo que se consiga una gran efectividad. Entonces, ¿qué beneficio pueden aportar? Pues, sinceramente no lo sé, lo que sí sé es que he leído que, a primeros de mes, el Pleno de la Comisión Federal de Competencia (CFC) aceptó la compra del negocio de nutrición infantil de Pfizer México por parte del grupo Nestlé, una operación que anteriormente había denegado.

En vista de todo ello, debemos preguntarnos quién ha diseñado la campaña, en qué pensaban al hacerlo y cuál es realmente su función. Porque tampoco se entiende que se reparta comida (industrial, para mayor vergüenza) cuando tenemos grandes extensiones de tierras sin producir y millones de personas sin trabajar.

La Cruzada, en el campo


Las comunidades indígenas son las más necesitadas.
Las comunidades indígenas son las más necesitadas. 
El pasado mes de febrero, los países del Mercosur y la FAO acordaron crear un fondo para promover la agricultura familiar, un sector que genera más del 70% del empleo agrícola en América Latina y el Caribe. Ambos organismos trabajarán también para hacer una radiografía del sector y cuantificar las familias que se dedican a la agricultura.

México no es miembro, tan sólo es un observador, de lo cual supongo enterados a los “lumbreras” que han puesto en marcha la Cruzada, y es una pena, porque dice Raúl Benítez, representante para América Latina y el Caribe de la FAO, que "hoy, los ojos están puestos en la agricultura familiar, no como un sector deficitario, sino como un actor con gran potencial para lograr la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola". Según la FAO, el 80% de las explotaciones agrícolas de América Latina y el Caribe son parte de la agricultura familiar, un sector fundamental para garantizar la seguridad alimentaria en la región.

Algo de eso me creo y, como muestra, un botón: en Mártir de Culiapán, en Guerrero, viven más de 17,000 personas, de las cuales pasan de 6,000 las que no tienen acceso a alimentos, según datos de Sedesol. En esa localidad no creen en absoluto en la Cruzada del Gobierno. Ellos producían amaranto, y en los últimos diez años la producción prácticamente ha desapareció por la ausencia de apoyos para la producción del cereal, y por la falta de conocimiento sobre su valor nutricional, pese a que el alimento es considerado como uno de los más nutritivos del mundo (http://www.amarantum.com/amaranto-salud/amaranto.htm)

Por otra parte, en febrero de este año, la Asamblea General de la ONU lanzó el “Año Internacional de la Quinua”, en reconocimiento a los pueblos andinos que han mantenido, preservado y protegido este cereal como alimento para las generaciones presentes y futuras, gracias a sus conocimientos tradicionales y en armonía con el medio ambiente planetario. Es el único vegetal comestible que posee todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas para la vida, además de no contener gluten.

Se podría decir que la quinua es uno de los alimentos más completos a nivel nutricional que existen, ya que, en las mismas cantidades, tiene un valor calórico superior al del huevo, la leche o la carne. Se trata de un cereal capaz de crecer en condiciones extremas, desde temperaturas bajo cero hasta los 38ºC, desde el nivel del mar hasta los 4,000 metros de altura, y resistente a la sequía (uno de los escenarios que incluyen las previsiones del cambio climático) y a los suelos pobres, además de soportar plagas.

Las zonas más necesitadas de país tienen campos para sembrar, productos de la tierra que conocen perfectamente sus habitantes y manos para realizar las tareas. Me pregunto si a los “pensadores” que han alumbrado la idea de saciar el hambre del país con un par de despensas, se les ha ocurrido que la gente necesita comer todos los días y que no hay país cuya economía aguante quitar el hambre regalando comida. Lo que hay que hacer es facilitar el acceso a los alimentos. Si no saben cómo, que pregunten.

Para terminar, quiero reproducir, con su permiso, lo que Jonh Ackerman escribió en enero en su columna de La Jornada “Los pobres no necesitan más dádivas, sino más poder, riqueza y empleo para poder participar activamente en la vida económica y política del país. La verdadera cruzada debería ser en favor de la justicia social, no por la consolidación de los mismos paliativos clientelares de siempre. Ha llegado la hora de que los más ricos regresen un poco de todo lo que han robado del pueblo durante la larga noche neoliberal” www.johnackerman.blogspot.com

Al calce


Demanda de Amnistía

“Amnistía Internacional reitera su llamado a las autoridades mexicanas a hacer públicas cuáles serán las acciones específicas que conformarán su estrategia de combate a la pobreza, y que estas acciones sean participativas e inclusivas. Se debe especificar de qué forma la sociedad civil y las personas afectadas por la pobreza participarán en la conformación e implementación de esta estrategia. Además, la estrategia de lucha contra la pobreza debe poner el respeto a los derechos humanos en su centro, garantizando que los derechos económicos, sociales y culturales sean protegidos legalmente y plenamente exigibles”

Por ello, “la organización recuerda a las autoridades mexicanas su compromiso pendiente para firmar el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturas (PFPIDESC). Este protocolo es un instrumento internacional que permite a las personas que viven en la pobreza y cuyos derechos no son respetados por las autoridades, ser escuchados por un comité internacional de las Naciones Unidas”

Mapa de pobreza: http://sinhambre.gob.mx/#acciones-por-la-cruzada 

Comentarios

  1. Dar visibilidad a la pobreza ya es una manera de buscar soluciones, recordar alternativas como la agricultura familiar y difundir su eficácia una señal de bondad e inteligencia para erradicar el hambre, es posible.
    Juanjo

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  2. En esta ocasión se enmascara demasiado la pobreza, y se ofrece una solución que casi, ni se puede decir que sea paliativa. El problema es mucho más serio. Las soluciones tienen que implementarse con vistas a que, en algún momento, el problema sea mínimo, e incluso, que haya desaparecido.
    Saludos, Juanjo

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