El regreso de Carmen Aristegui

Confieso que en la conferencia de prensa el pasado 09 de Febrero, ofrecida por la periodista Carmen Aristegui me pareció un poco contradictorio de su parte el dejar abierta la posibilidad de regresar a su noticiero matutino en MVS, empresa que la había despedido por motivos que a muchos nos parecieron una clara afrenta a la libertad de expresión.

Corrieron declaraciones, acusaciones en forma de desplegados y hasta una respuesta por parte del gobierno federal, legitimando la pregunta que Carmen había formulado y la cual fue objeto de su despido.

Muchos nos preguntamos: ¿Por qué no buscar otro espacio y ya?

No obstante y entrando en el terreno de las especulaciones, creo que probablemente el cálculo de la periodista y su círculo cercano de colaboradores, fue el de no darse el lujo de perder la difusión que MVS ofrece por su infraestructura y penetración nacional, en momentos tan importantes por los que la vida político-electoral de México transita.

La corriente de pensamiento que comulga con las ideas y estilo de hacer periodismo de Carmen Aristegui, presionó fuertemente desde el principio para que regresara a la misma casa de la que fue despedida, la reacción no fue: “Cualquier lugar es bueno, nosotros te seguimos”.

Y es que para mostrarle a México (todas las ideologías incluidas) un ángulo de visión distinto, que periodistas más convencionales que en algunos casos tienen una tendencia más oficialista no ofrecen, también se necesita un vehículo eficiente y capaz de llegar a la mayor cantidad de personas, MVS es ese vehículo.

Es necesario para los mexicanos, tener otra versión de los hechos que afectan nuestras vidas y Carmen y otros pocos periodistas la ofrecen; luego entonces, había que recuperar esa trinchera. En épocas en las que el electorado tiene que formarse un criterio bien informado para decidir en las urnas el futuro del país, hay que tener todas las opiniones en la mesa y la de Carmen, es indispensable.

Queda pendiente que la empresa MVS divulgue su versión, no creo que sea sano para nadie que las cosas queden ahí. Este capítulo tiene que cerrarse, que cada quien ofrezca sus razones y acepte sus responsabilidades. La ciudadanía se involucró y fue parte importante en el desenlace de esta historia, se merece la proyección de la película completa.