Tentativamente planeado para lanzarse en diciembre de 2023 desde la Antártida,
ASTHROS (Astrophysics Stratospheric Telescope for High Spectral Resolution
Observations at Submillimeter-wavelengths) pasará unas tres semanas a la
deriva en las corrientes de aire sobre el helado continente del sur y logrará
varias primicias en el camino.
Gestionado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ASTHROS
observa luz infrarroja lejana o luz con longitudes de onda mucho más largas de
lo que es visible para el ojo humano. Para hacer eso, ASTHROS necesitará
alcanzar una altitud de aproximadamente 40 kilómetros, aproximadamente cuatro
veces más alto que los aviones comerciales, informa la NASA en un comunicado.
Aunque todavía está muy por debajo del límite del espacio (aproximadamente 100
kilómetros sobre la superficie de la Tierra), será lo suficientemente alto
como para observar longitudes de onda de luz bloqueadas por la atmósfera de la
Tierra.
El equipo de la misión recientemente dio los últimos toques al diseño de la
carga útil del observatorio, que incluye su telescopio (que captura la luz),
su instrumento científico y subsistemas tales como los sistemas electrónicos y
de enfriamiento. A principios de agosto, los ingenieros de JPL comenzarán la
integración y las pruebas de esos subsistemas para verificar que funcionan
como se espera.
Si bien los globos pueden parecer una tecnología anticuada, ofrecen ventajas
únicas de la NASA sobre las misiones terrestres o espaciales. El Programa
Científico de Globos de la NASA ha estado operando durante 30 años en la
Instalación de Vuelo Wallops en Virginia. Lanza de 10 a 15 misiones al año
desde ubicaciones en todo el mundo en apoyo de experimentos en todas las
disciplinas científicas de la NASA, así como con fines de desarrollo
tecnológico y educación.
Un globo tan grande como un campo de fútbol
ASTHROS, elevado por un globo del tamaño de un campo de fútbol, llevará un
instrumento para medir el movimiento y la velocidad del gas alrededor de las
estrellas recién formadas. Durante el vuelo, la misión estudiará cuatro
objetivos principales, incluidas dos regiones de formación estelar en la
galaxia de la Vía Láctea.
También detectará y mapeará por primera vez la presencia de dos tipos
específicos de iones de nitrógeno (átomos que han perdido algunos electrones).
Estos iones de nitrógeno pueden revelar lugares donde los vientos de estrellas
masivas y explosiones de supernovas han reformado las nubes de gas dentro de
estas regiones de formación estelar.
ASTHROS hará los primeros mapas detallados en 3D de la densidad, velocidad y
movimiento del gas en estas regiones para ver cómo los gigantes recién nacidos
influyen en su material placentario. Al hacerlo, el equipo espera obtener
información sobre cómo funciona la retroalimentación estelar y proporcionar
nueva información para refinar las simulaciones por computadora de la
evolución de las galaxias.
Vía: Televisa.
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