Después de que las muertes por el virus alcanzaran más de 2 mil 500, con un salto del 150 por ciento en la última semana, las autoridades de salud han estado analizando los datos para extraer información útil a fin de combatir la propagación de la enfermedad.
El Gobierno del primer ministro Giuseppe Conte está analizando la posibilidad de prolongar el confinamiento nacional más allá de principios de abril, informó el diario La Stampa el miércoles. Italia tiene más de 31 mil 500 casos confirmados de COVID-19.
El nuevo estudio podría proporcionar una idea de por qué la tasa de mortalidad de Italia, de aproximadamente el 8 por ciento del total de personas infectadas, es más alta que en otros países.
El instituto de Salud de Roma examinó los registros médicos de aproximadamente el 18 por ciento de las muertes por COVID-19 del país, y descubrió que solo tres víctimas, o el 0.8 por ciento del total, no tenían patología previa. Casi la mitad de las víctimas sufrían al menos tres enfermedades previas y aproximadamente una cuarta parte tenía una o dos afecciones previas.
Más del 75 por ciento tenía presión arterial alta, alrededor de un 35 por ciento sufría diabetes y una tercera parte padecía enfermedades cardíacas.
La edad media de quienes murieron por el virus en Italia es de 79.5. Hasta el 17 de marzo, 17 personas menores de 50 años habían muerto por la enfermedad. Todas las víctimas de Italia menores de 40 años han sido hombres con afecciones médicas graves existentes.
Si bien los datos publicados el martes apuntan a una desaceleración en el aumento de casos, con un incremento del 12.6 por ciento, otro estudio muestra que Italia podría estar subestimando el número real de casos al someter a pruebas solo a los pacientes que presentan síntomas.
Según la Fundación GIMBE, alrededor de 100 mil italianos han contraído el virus, informó el diario Il Sole 24 Ore. Eso haría que la tasa de mortalidad del país se acercara a la media mundial de alrededor del 2 por ciento.
Vía: El Financiero.