El Gobierno indio, por ejemplo, ha restringido las ventas a otros países de veintiséis de esos principios activos –una de las razones que ha motivado esta decisión es que cerca del 70 % de los ingredientes farmacéuticos que recibe su industria provienen de China–. El objetivo, según las autoridades, es protegerse ante una posible escasez de fármacos. Uno de los afectados es el paracetamol.
La iniciativa tiene enormes implicaciones, pues la India produce un 26 % de los medicamentos genéricos de Europa y un 24 % de los de Estados Unidos. De hecho, en una carta enviada a la Agencia Europea de Medicamentos, la patronal que aglutina a las principales firmas farmacéuticas de genéricos del Viejo Continente, Medicines for Europe (MFE), indica que, si se alarga, esta situación tendrá un importante impacto en los suministros. En esta misiva, MFE señala que en la actualidad el riesgo es limitado, pues las compañías trabajan con margen y algunas han hecho un acopio adicional de existencias por la celebración del Año Nuevo en China. Sin embargo, si finalmente se produce una carencia de principios activos, esta podría repercutir en su precio, que aumentaría. “Ello tendría un efecto colateral en el coste de los bienes de producción farmacéutica a nivel mundial”, expone MFE.
Sin incidencias en España
En nuestro país, los responsables de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) aseguran que de momento no se han registrado incidencias derivadas del suministro y que las empresas están en contacto con las entidades regulatorias y muy comprometidas con la situación. Por su parte, la Federación Europea de la Industria Farmacéutica Innovadora (Efpia) destaca que sus asociados trabajaban para evitar posibles desabastecimientos. Así, AbbVie, Bayer, Boehringer Ingelheim, Roche y Genentech, GSK, Janssen y Sanofi han realizado donaciones tanto de tipo financiero como de fármacos que podrían tener una potencial eficacia contra el coronavirus.
Un estudio de la agencia de calificación de riesgo Moody’s, en el que se analiza el impacto de esta crisis en la industria farmacéutica, muestra que, aunque este está siendo más significativo en China, habrá consecuencias a nivel mundial. El mercado de ese país es clave para las compañías farmacéuticas, por lo que la desaceleración económica derivada de este escenario tendrá una repercusión en las cuentas de resultados. Otro de los sectores que dependen del gigante asiático es el de los dispositivos médicos, ya que los chips que emplean se suelen producir en China. Los expertos de Moody’s indican que si el brote no se contiene rápidamente, “la escasez de dichos artículos podría provocar interrupciones en la cadena de suministro justo cuando la demanda comienza a aumentar”.
Mascarillas y geles desinfectantes bajo control
Francia ha sido uno de los primeros países en adoptar medidas para asegurar el suministro de mascarillas y geles desinfectantes hidroalcohólicos. Así, el Gobierno galo ha fijado por decreto el precio de estos últimos –cuya demanda se ha disparado desde la aparición del nuevo coronavirus– con el objetivo de evitar una escalada del mismo y ha impulsado una iniciativa legal que permite a las autoridades requisar las citadas mascarillas y reservarlas para ser usadas únicamente por los enfermos y el personal sanitario. No ha sido el único en actuar de este modo. El Gobierno alemán ha anunciado el bloqueo de las exportaciones de distintos productos sanitarios, incluidas las mencionadas mascarillas, pero también guantes, trajes de protección y otros materiales que considera necesarios para prevenir la propagación del coronavirus por su territorio, especialmente en los centros médicos.
Por Marta Riesgo.
Vía: Muy Interesante.