La investigación, publicada en la revista científica Ecology Letters, alertó sobre el riesgo de perder a la especie marina Amphiprioninae (nombre científico de esta especie), debido a que carece de la capacidad genética para adaptase a los cambios en su entorno.
Los científicos de dicho centro con sede en París monitorearon por más de 10 años al pez payaso en las lagunas de la bahía de Kimbe, en Papúa Nueva Guinea, por considerarlo un punto decisivo debido al aumento de temperatura en la zona.
A través de un análisis genético de ADN, pudieron valorar la capacidad que tiene para adaptarse a los cambios de su entorno y renovar su población; además les permitió saber que la calidad de su hábitat influía en las generaciones de familias de pez payaso.
Por su parte, el biólogo de la Institución Oceonográfica de Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés), Simon Thorrold, destacó que este tipo de estudios de muestreo de ADN no se habían intentado para ninguna especie marina.
El coautor del estudio agregó que, “si las anémonas y los arrecifes de coral, hogar de estos ejemplares, se ven afectados por un clima más cálido, los peces payaso están en problemas”.
Benoit Pujol, genetista evolutivo del CNRS, comentó que no es razonable esperar a que se adapte genéticamente a este ritmo, sino que dependerá de la capacidad del ser humano para mantener la calidad de su hábitat.
Por último, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) advirtió que el aumento en la temperatura de los océanos ocasionará la pérdida de los arrecifes para 2070.
Vía: El Financiero.