La poliomielitis es una enfermedad altamente contagiosa producida por un virus que ataca la médula espinal, por lo que puede provocar desde una parálisis hasta la muerte. Actualmente no existe una cura para dicho padecimiento, pero se puede prevenir mediante la vacunación.
Los países con riesgo de propagación son Angola, Benín, Birmania, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nueva Guinea, China, Ghana, Indonesia, Mozambique, Níger, Filipinas, Etiopía y Somalia.
En tanto que los países endémicos, lugares donde persiste el virus, son Afganistán, Pakistán y Nigeria.
Entre los síntomas iniciales de la poliomielitis se encuentra la fiebre, cansancio, sueño, dolor de cabeza, náuseas, vómito y dolores musculares; cuando se trata de un caso grave se tornan parálisis o tono muscular disminuido en menos de cinco días, explicó la Dirección de Epidemiología.
En caso de que se tenga planeado acudir a dichos países, la Secretaría de Salud recomendó asegurarse de contar con las vacunas contra la poliomielitis según el esquema nacional de vacunación, que, en el caso de México es la vacuna Pentavalente acelular/Hexavalente, la cual es aplicada en cuatro dosis: a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad.
Debido a que el virus se propaga a través de las heces de una persona infectada y entra en el cuerpo a través de la boca, principalmente por alimentos o agua contaminada, la institución de salud recomendó lavarse las manos frecuentemente con jabón y agua durante al menos 20 segundos.
Así como comer solamente alimentos bien cocinados y servidos calientes, y beber únicamente agua que haya sido hervida, desinfectada o embotellada comercialmente.
Vía: El Financiero.