José Smith: El Profeta que restauró la Iglesia
Los Santos de los Últimos Días, son personas iguales a nosotros salvo porque que tienen un profundo amor por Dios y sus escrituras.
Están convencidos de que tienen un papel importante, dar a conocer al resto el evangelio restaurado de Jesucristo, su visita a tierras americanas y el plan del Padre Celestial con la humanidad.
Para conocerlos mejor y entender el porqué de su misión evangélica, es necesario aprender de sus orígenes, fundación, sus creencias y qué esperan de nosotros.
El nombre oficial es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y anuncia abiertamente que es la restauración de la iglesia fundada por Jesús durante su ministerio en Israel hace 2000 años.
Su personaje central es el profeta José Smith, quien aseguró haber recibido la misión de restaurar la iglesia de Jesucristo. Pero, ¿quién fue José Smith?, ¿cuál fue su papel en esta iglesia?
De acuerdo con los archivos oficiales de la iglesia y alrededor de 1820, un adolescente de 15 años llamado José Smith, que vivía en las afueras de Nueva York, oró a Dios para pedirle que le mostrara cuál era su verdadera iglesia.
Durante muchos años manifestó su confusión ante tantas religiones que todas decían ser “cristianas” hasta que un día leyó el texto de Santiago 1:5, en el cual exhorta a las personas a pedir sabiduría a Dios.
Fue entonces cuando entró en un bosque cercano y orando le preguntó a Dios a cuál iglesia unirse.
Fue entonces cuando tuvo su primera visión y donde observó dos seres con figura humana, de pie, flotando en el aire y muy iluminados. Uno de ellos señaló a su acompañante y dijo: “este es mi hijo amado, ¡escúchalo!”.
Fue entonces cuando se dio cuenta que estaba viendo cara a cara a Dios y a Jesucristo, quien le dijo que no se uniera a ninguna otra religión y que había sido escogido para restaurar la verdadera iglesia de Jesucristo en la Tierra.
A partir de esa visión, José Smith fue considerado un verdadero Profeta y Apóstol de Jesucristo y comenzó su proceso de preparación para organizar la que luego se conoció como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
A José Smith se le encargó la traducción del “Libro de Mormón”, un registro de grandes civilizaciones de la América antigua que relata como, durante el ministerio de Cristo a los habitantes de la América antigua, Él estableció Su iglesia, tal como lo hizo en el Viejo Mundo.
José Smith fue perseguido brutalmente por el resto de la sociedad, siendo encarcelado y asesinado por una turba en 1844. Posteriormente, su sucesor Brigham Young, encaminó a los Santos de los Últimos Días hacia el oeste y fundaron lo que hoy es la ciudad de Salt Lake City (Utah).
Creencias
Creen que Dios es el Eterno Padre, que Jesucristo es su Hijo y creen en el Espíritu Santo. Los Santos de los Últimos Días creen que la Trinidad consiste en la unión gubernamental de estos tres seres que son diferentes entre sí.
Creen que los humanos son castigados por sus propios pecados y que pueden salvarse por la expiación de Jesucristo siempre y cuando obedezcan sus mandamientos.
Creen que esta fe es la restauración de la restauración de la Iglesia de Jesucristo fundada en los tiempos de los primeros apóstoles y que hoy se mantiene viva a través de las escrituras y las revelaciones dadas a sus profetas modernos.
Evolución de los Santos de los últimos días en México
Brigham Young manifestó su interés por enviar misioneros a México aprovechando la reforma política encabezada por el presidente Benito Juárez.
Con la ayuda de Melitón González Trejo, un militar español que había recibido la visión de unirse a la Iglesia de los Santos se tradujo el Libro de Mormón al español y se imprimieron unos fragmentos recopilados en un volumen llamado: Trozos Selectos del Libro de Mormón en 1852.
Los primeros misioneros llegaron a México poco tiempo después y fueron bien recibidos por la población y autoridades locales en Chihuahua y en México DF. Más tarde el apóstol Moses Thatcher junto a los hermanos Daniel Jones y James Stewart, presidieron la primera misión en Ciudad de México, llevando a cabo los primeros bautismos y ordenaciones sacerdotales.
Hasta la fecha, hay 1.455.774 Santos de los Últimos Días en México, representando el 1,13% de la población total del país. Los Santos mexicanos están organizados en 220 estacas, 1.846 congregaciones, 32 misiones, 47 distritos, 276 centros de historia familiar y 13 templos.