¿Cómo alimentar a 10 mil millones de personas sin destruir al planeta?

¿Cómo alimentar a 10 mil millones de personas sin destruir al planeta?

El informe especial del grupo internacional de expertos de la ONU sobre el cambio climático (IPCC) dedicado al “cambio climático, la desertización, la degradación de los suelos, la gestión sostenible de las tierras, la seguridad alimentaria y los flujos de gases con efecto invernadero en los ecosistemas terrestres”, que se publicará previsiblemente la próxima semana tras unos encuentros a puerta cerrada, constituirá el análisis científico más completo sobre cómo alimentar a una población numerosa sin destruir el planeta, realizado hasta la fecha.

Este texto, de más de mil páginas, debería destacar la forma en que la alimentación industrial, del productor al consumidor; la explotación generalizada de los recursos o incluso algunos esfuerzos para contrarrestar los efectos del cambio climático, comprometen la capacidad de la humanidad para alimentarse en el futuro.


El documento también debería esbozar el panorama de una sociedad en la que dos mil millones de adultos tienen sobrepeso o están obesos y en la que se tiran enormes cantidades de comida, mientras que el hambre afecta a millones de personas en todo el mundo.

“Se puede decir que este informe concierne mi paisaje, mi granja, mi alimentación”, declaró el presidente del IPCC, Hoesung Lee, en la apertura de los debates.

Este informe “es un elemento científico muy importante”, afirmó de su lado Inger Andersen, directora del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Las conclusiones del informe se plasmarán en un resumen que las delegaciones de unos 195 países, reunidas en Ginebra, examinarán detalladamente a partir de este viernes, antes de aprobar una versión definitiva.

La reunión servirá para poner en relieve la importancia de un uso óptimo de las tierras, un aspecto ignorado durante mucho tiempo, según los expertos. “Cuando observamos las repercusiones del cambio climático y las contribuciones a ese cambio, el sector de las tierras es increíblemente importante”, declaró a la AFP Lynn Scarlett, de la oenegé The Nature Conservancy.


La agricultura y la deforestación representan alrededor de un cuarto de las emisiones de gases con efecto invernadero.

Con una población que debería rozar los 10 mil millones de individuos para mediados de siglo, frente a los dos mil 600 millones de 1950, el temor a llegar al límite del sistema es cada vez más acuciante.

La carne y el desperdicio alimentario constituyen dos puntos negros. Alrededor del 30 por ciento de la comida producida termina en la basura.

“Aunque las tierras produzcan mucho más alimento del que se necesita para alimentar a todo el mundo, sigue habiendo 820 millones de personas que se acuestan con hambre cada noche”, recordó Stephan Singer, de Climate Action Network.

“Este informe llega en un momento crítico, pues la agricultura es a la vez víctima y motor del cambio climático“, agregó Teresa Anderson, de la oenegé ActionAid.

La agricultura extensiva de cereales como la soja, utilizados para alimentar al ganado y para los biocarburantes, contribuyen a la destrucción de los bosques, que almacenan carbono.

El informe abordará también las cuestiones de la desertización y la degradación de los hábitats por culpa de la agricultura. Cada año se pierde una superficie de bosque tropical equivalente a la de Sri Lanka.

Asimismo, se tratará la disyuntiva entre el uso de las tierras para la alimentación, el almacén de carbono a través de los bosques y la producción de energía a partir de materia biológica.

En el último año, se han formado movimientos ciudadanos y cientos de miles de personas han tomado las calles para reclamar a los gobiernos que actúen más rápidamente contra el cambio climático.

Vía: MVS.