Tomando en cuenta que la guerra planeada o forzada que se está dando contra el ‘huachicoleo’, incomoda a intereses poderosisimos y que la mayoría de ellos pasa por los grandes bolsillos del crimen organizado. Bien armado y poderoso, por cierto.
Tomando en cuenta el descontento social de todas aquellas zonas del país donde todavía falta gasolina para llevar a cabo las actividades personales, comerciales y empresariales que le dan vida a esas regiones.
Tomando en cuenta la amenaza de la que fue objeto el mismísimo López Obrador el jueves 31 de enero por parte de uno de los supuestos líderes del robo de combustibles en la zona del bajío. Amenaza que, por cierto, el presidente negó y dijo que todo fue una falsa alarma, mientras los medios de comunicación lo desmentian y confirmaban el hallazgo de una camioneta con explosivos y una manta con dicha amenaza.
Tomando en cuenta que en 60 días se han minado las finanzas del país con cancelaciones de proyectos de infraestructura que llevaban el apellido Peña Nieto, más el anuncio de inversiones donde no hay un estudio serio para eso y, además, avisandonos que los proyectos serán llevados a cabo por invitación directa y no vía licitación como lo marca la ley.
Tomando en cuenta la pasividad con la que trata (¿tratará?) a la CNTE, sindicato disidente que en menos de un mes infringió serias pérdidas económicas a Michoacán y a más de medio México. Delitos que quedarán impunes ¡hágame el favor!
Tomando en cuenta que, a pesar de lo prometido en campaña, este país está próximo a convertirse en territorio controlado por militares y todas las consecuencias que eso conlleva en el ámbito civil.
Tomando en cuenta que la mecha de las huelgas sin ton ni son se ha encendido para no apagarse hasta recorrer todo el territorio nacional y las graves pérdidas de empleo, productividad e inversión que traerán como consecuencia.
Tomando en cuenta el papelón internacional del cual somos objeto por la decisión presidencial de apoyar (es un apoyo implícito, no se hagan) al dictador Nicolás Maduro, a sabiendas del sufrimiento del pueblo venezolano.
Tomando en cuenta la permanente amenaza del loco que habita la Casa Blanca y el embudo migratorio en el que nos ha convertido con la complacencia del gobierno de la 4T.
Tomando en cuenta el tiempo perdido en las mañaneras, donde siempre repite lo mismo y siempre culpa lo que ya sabíamos y muchos creyeron que él también y por eso quería ser presidente, para arreglarlo y no para quejarse y hacerse la víctima. Más el tiempo perdido en vuelos comerciales, más el tiempo perdido en el traslado en su famoso jetta.
Tomando en cuenta que el presidente dice que debemos creer que la guerra ya terminó; creo que la guerra, apenas comienza.
Twitter: @adejorge
Tomando en cuenta el descontento social de todas aquellas zonas del país donde todavía falta gasolina para llevar a cabo las actividades personales, comerciales y empresariales que le dan vida a esas regiones.
Tomando en cuenta la amenaza de la que fue objeto el mismísimo López Obrador el jueves 31 de enero por parte de uno de los supuestos líderes del robo de combustibles en la zona del bajío. Amenaza que, por cierto, el presidente negó y dijo que todo fue una falsa alarma, mientras los medios de comunicación lo desmentian y confirmaban el hallazgo de una camioneta con explosivos y una manta con dicha amenaza.
Tomando en cuenta que en 60 días se han minado las finanzas del país con cancelaciones de proyectos de infraestructura que llevaban el apellido Peña Nieto, más el anuncio de inversiones donde no hay un estudio serio para eso y, además, avisandonos que los proyectos serán llevados a cabo por invitación directa y no vía licitación como lo marca la ley.
Tomando en cuenta la pasividad con la que trata (¿tratará?) a la CNTE, sindicato disidente que en menos de un mes infringió serias pérdidas económicas a Michoacán y a más de medio México. Delitos que quedarán impunes ¡hágame el favor!
Tomando en cuenta que, a pesar de lo prometido en campaña, este país está próximo a convertirse en territorio controlado por militares y todas las consecuencias que eso conlleva en el ámbito civil.
Tomando en cuenta que la mecha de las huelgas sin ton ni son se ha encendido para no apagarse hasta recorrer todo el territorio nacional y las graves pérdidas de empleo, productividad e inversión que traerán como consecuencia.
Tomando en cuenta el papelón internacional del cual somos objeto por la decisión presidencial de apoyar (es un apoyo implícito, no se hagan) al dictador Nicolás Maduro, a sabiendas del sufrimiento del pueblo venezolano.
Tomando en cuenta la permanente amenaza del loco que habita la Casa Blanca y el embudo migratorio en el que nos ha convertido con la complacencia del gobierno de la 4T.
Tomando en cuenta el tiempo perdido en las mañaneras, donde siempre repite lo mismo y siempre culpa lo que ya sabíamos y muchos creyeron que él también y por eso quería ser presidente, para arreglarlo y no para quejarse y hacerse la víctima. Más el tiempo perdido en vuelos comerciales, más el tiempo perdido en el traslado en su famoso jetta.
Tomando en cuenta que el presidente dice que debemos creer que la guerra ya terminó; creo que la guerra, apenas comienza.
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