La ciudad de Nuevo Laredo

La ciudad de Nuevo Laredo
En las batallas por la libertad de expresión de “El Mañana” de Nuevo Laredo se advierten la tradición, la modernidad y la relevancia de los actores locales en la guerra contra la violencia y la impunidad.

Aclaro que desde hace tiempo publico mi columna en ese diario y presido Propuesta Cívica, el organismo que representa jurídicamente al periódico. La cercanía no significa parcialidad, porque mi escrito se apoya en información verificada.

Nuevo Laredo es clave en las guerras contra el narco. Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad George Mason, sostiene que —en el mundo de la delincuencia organizada— esa ciudad es considerada la “joya de la corona” por su localización y por el enorme trasiego de personas y de mercancías legales e ilegales.

Forma parte de nuestras tradiciones el asesinato de periodistas y el crimen organizado lo ha utilizado contra “El Mañana”, a quien también lo han atacado de diversas formas. En 2012 la situación llegó al límite y el diario publicó un editorial memorable que informaba a sus lectores, que ante la “falta de condiciones para el libre ejercicio del periodismo” se defendería autocensurándose. “Por el tiempo necesario” —informó— se abstendría de publicar “información que se derive de las disputas violentas que sufre nuestra ciudad”. Se dobló, pero no se quebró.

En 2017 fue víctima de las últimas novedades en el arte de intimidar periodistas. En mayo de aquel año publicó textos sobre posibles irregularidades en el abastecimiento de medicinas al municipio panista de Nuevo Laredo. En concreto, dio a conocer evidencias sobre un proveedor, Hilario Martín Landa Herrera, quien amparándose en su amistad con el presidente municipal, Enrique Rivas Cuéllar, había hecho lucrativos negocios.

El gobierno local castigó al diario suspendiéndole la publicidad oficial, mientras que el empresario interpuso tres demandas por daño moral contra “El Mañana”. Le exigía una indemnización por ¡60 millones de pesos! Así fue como Tamaulipas se sumó a la moda de utilizar los tribunales para hostigar y desgastar al periodismo independiente.

Propuesta Cívica y Reporteros Sin Fronteras tomaron el caso que está inclinándose a favor del diario. El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación ya incorporó a “El Mañana” a su lista de víctimas y, hace unos días, un Tribunal Colegiado de Ciudad Victoria, Tamaulipas, dio la razón al periódico en una de las demandas que enfrenta; los magistrados consideraron que la información difundida es de interé́s público y que el empresario es una persona privada con proyección pública.

Aunque el final es aún incierto, porque está condicionado a la evolución que tenga la nueva estrategia federal, hay varias conclusiones. La primera es que en algunas ciudades y regiones, los medios de comunicación se han transformado en los principales representantes de los intereses de la sociedad frente al Estado. Defender a la prensa independiente para que informe todo lo que pueda, sobre lo que sucede en las zonas en conflicto, es una manera de fortalecer el tejido social y defender a las víctimas.

Un ejemplo clarísimo es la batalla librada por Karla Quintana Osuna, asesora jurídica de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Esta abogada sinaloense logró que, en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se abordara el caso de 51 personas presuntamente desaparecidas por la Marina en Nuevo Laredo en los primeros meses de 2018. “El Mañana” ha sido uno de los pocos medios locales que han dado seguimiento a la historia; visibilizar sus casos es una manera de empoderar a las víctimas.

Vivimos una guerra con frentes de batalla muy diversos. Pese a tanta heterogeneidad puede constatarse lo benéfico de tener medios locales independientes que sean bisagra entre el Estado y la sociedad. Esto es especialmente cierto en localidades tan estratégicas como Nuevo Laredo, en donde un diario local como “El Mañana” ha tenido que enfrentar la violencia criminal, la furia de un gobierno municipal y la de un empresario cercano a él. Por tratarse de un gobierno panista, ¿no tendría que intervenir u opinar el PAN nacional? — Boston, Massachusetts.

@sergioaguayo Investigador y analista. 
Colaboró Zyanya Valeria Hernández Almaguer.


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