De acuerdo con datos del INEGI, las importaciones cayeron 0.8 por ciento a tasa anual durante diciembre, lo que representó su primera contracción desde abril de 2017.
El foco de atención fueron las importaciones petroleras, que mostraron una disminución de 7.5 por ciento anual y con ello marcaron su primer retroceso desde agosto de 2016.
Jonathan Heath, que recién tomó protesta como miembro del banco central, advirtió que este dato, junto con otros indicadores económicos, es una señal negativa para la economía.
“Conocemos todavía poco de diciembre, pero dos indicadores clave (la tasa de desempleo y las importaciones), sugieren una importante desaceleración en la actividad económica”, escribió en su cuenta de Twitter.
Juan Carlos Alderete, economista senior de Grupo Financiero Banorte, dijo que los resultados mostrados por la balanza comercial confirman la expectativa de una desaceleración en la actividad del país.
“La desaceleración de las importaciones de bienes intermedios no petroleros, los cuales son utilizados principalmente como insumos en la manufactura mexicana, apuntan a cierta debilidad en el sector”, explicó.
La pronunciada caída de las importaciones petroleras no pudo ser compensada por la compra de bienes no petroleros, ya que en el último mes de 2018 únicamente avanzó 0.1 por ciento, derivado de las contracciones que presentaron los bienes de consumo (-9.7 por ciento) y los bienes de capital (4 por ciento). Únicamente los bienes intermedios mostraron un crecimiento de 1.4 por ciento a tasa anualizada.
IMPORTACIONES PETROLERAS
Para Janneth Quiroz, subdirector de análisis económico de Grupo Financiero Monex, en el futuro se deberá prestar atención a la fortaleza del peso, así como a la normalización en las importaciones de gasolina durante enero.
“Ambos temas serían factores que podrían regresar la balanza a la condición deficitaria que usualmente presenta, por lo pronto, habrá que esperar los efectos que la desaceleración económica de EU pueda tener sobre nuestras exportaciones a lo largo del año”, dijo.
Alberto Ramos, analista económico de Goldman Sachs, coincidió en que es probable que la balanza comercial no petrolera continúe beneficiándose de una moneda competitiva y de condiciones de demanda doméstica moderadas.
“Además, la balanza comercial neta de petróleo puede deteriorarse aún más si la producción nacional de petróleo y la producción de productos refinados como la gasolina continúan disminuyendo”, dijo.
Marco Oviedo, economista en jefe para México de Barclays, señaló en su cuenta de Twitter que la disminución en las importaciones es relevante. “Las importaciones petroleras se cayeron 7.5 por ciento anual, por lo que es cierto que este gobierno empezó importando menos hidrocarburos”, escribió.
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