En lo más oscuro de la Edad Media, solo bastaba con que alguien dijera que su vecina era una bruja o un hereje, para que fueran quemados vivos. Ahora, en pleno Siglo XXI, solo falta que alguien retuiteé un mensaje de un robot, para convertir a cualquier persona en la peor escoria de la humanidad.
Así de fácil. Ese es el uso que le dan a las redes sociales algunas empresas dedicadas a manipular las conciencias de las personas y solo necesitan algunos mensajes falsos que hacen creer que son una idea original, una opinión justificada o que se “ajusta” a la ideología de los individuos.
¿Por qué tienen tanto éxito? Porque estudian a profundidad el perfil de los usuraios y saben exactamente quienes se van a identificar con eso, de tal suerte que los bombardean con estas fake news y las personas caen redonditas haciendo el trabajo sucio a los operadores, que ganan millones de dólares por crear este tipo de efectos.
El caso más cercano fue el #AMLOASESINO, con el cual estos grupos lograron crear tendencias en las redes sociales y muchas de las personas que se engancharon con estos mensajes, seguramente en este momento no saben siquiera la trayectoria de Rafael Moreno Valle o la herencia política que recibió de su padre; así como todos los posibles enemigos que cosechó a lo largo de su carrera.
El problema real no es que existan esas empresas a las que contratan para ser como los golpeadores virtuales, sino que como sociedad, seguimos siendo influenciables, manipulables y con esto, se nubla el juicio y en ese momento nos convertimos en simples máquinas que solo siguen órdenes. Lo peor de todo, es que es un robot el que ordena qué hacer.
En temas político electorales, “contratando empresas especializadas de análisis de datos personales, usan herramientas que les permiten perfilarlos ya no en función de categorías amplias de electores, por zona geográfica o categoría socio-económica, sino en función de criterios y categorías mucho más específicos, como étnicos o psicográficos y personalizados para cada elector”, explica el sitio Sontusdatos.org.
Y agrega que “estas prácticas electorales presentan riesgos para la democracia”, esto por el “desconocimiento” de las personas que “acaban siendo blancos de propaganda política sin darse cuenta en ningún momento de los criterios que usaron los partidos políticos para enviarles sus mensajes”.
Todos aquellos que se engancharon con el hashtag #AMLOASESINO, o guardan mucho odio y rencor en sus mentes; son paranoicos o son unas personas tan manipulables, que con tal de decir algo en las redes sociales –y que creen que su opinión es única y original-, crean un entorno tan macabro que solo beneficia a esas empresas que ganan millones de dólares por engañar a las personas.
Y no es por defender a AMLO, es simplemente porque este es el mejor caso para ejemplificar el poder que tiene las redes sociales sobre los individuos.
Facebook enfrenta su peor crisis de credibilidad en los Estados Unidos por dejar que empresas de este tipo, como Cambridge Analytica, utilizaran los datos personales de sus usuarios para influir en las elecciones presidenciales en las que ganó Donald Trump.
La trama rusa es otro de los ejemplos de esto, donde los hackers del Kremlin usaron las redes sociales para manipular a los electores con mensajes a favor de Trump.
Así que con el #AMLOASESINO no le hacen ningún favor a nadie, solo a este tipo de compañías, que repito, se llenan los bolsillos utilizando a las personas.
De tal suerte que las teorías conspiracioncitas siempre son más interesantes que la realidad, pero ¿qué tal que fue el crimen organizado el culpable de derribar la aeronave? ¿O qué tal que fueron los huachicoleros de Puebla? Ellos seguro tenían razones para hacerlo. ¿O qué tal esto? Dicen que alguien vio que justo cuando pasó la aeronave había un OVNI a su alrededor y seguro él lo derribo. ¿Pero qué tal que el piloto iba borracho y por eso se desplomó…?
Estas son solo suposiciones ilógicas como el #AMLOASESINO, pero así funcionan las redes sociales, siempre a la orden de los robots y los trolls que se han apoderado de la conciencia de las personas… La inteligencia artificial es mucho más poderosa de lo que todos imaginan.
Así de fácil. Ese es el uso que le dan a las redes sociales algunas empresas dedicadas a manipular las conciencias de las personas y solo necesitan algunos mensajes falsos que hacen creer que son una idea original, una opinión justificada o que se “ajusta” a la ideología de los individuos.
¿Por qué tienen tanto éxito? Porque estudian a profundidad el perfil de los usuraios y saben exactamente quienes se van a identificar con eso, de tal suerte que los bombardean con estas fake news y las personas caen redonditas haciendo el trabajo sucio a los operadores, que ganan millones de dólares por crear este tipo de efectos.
El caso más cercano fue el #AMLOASESINO, con el cual estos grupos lograron crear tendencias en las redes sociales y muchas de las personas que se engancharon con estos mensajes, seguramente en este momento no saben siquiera la trayectoria de Rafael Moreno Valle o la herencia política que recibió de su padre; así como todos los posibles enemigos que cosechó a lo largo de su carrera.
El problema real no es que existan esas empresas a las que contratan para ser como los golpeadores virtuales, sino que como sociedad, seguimos siendo influenciables, manipulables y con esto, se nubla el juicio y en ese momento nos convertimos en simples máquinas que solo siguen órdenes. Lo peor de todo, es que es un robot el que ordena qué hacer.
En temas político electorales, “contratando empresas especializadas de análisis de datos personales, usan herramientas que les permiten perfilarlos ya no en función de categorías amplias de electores, por zona geográfica o categoría socio-económica, sino en función de criterios y categorías mucho más específicos, como étnicos o psicográficos y personalizados para cada elector”, explica el sitio Sontusdatos.org.
Y agrega que “estas prácticas electorales presentan riesgos para la democracia”, esto por el “desconocimiento” de las personas que “acaban siendo blancos de propaganda política sin darse cuenta en ningún momento de los criterios que usaron los partidos políticos para enviarles sus mensajes”.
Todos aquellos que se engancharon con el hashtag #AMLOASESINO, o guardan mucho odio y rencor en sus mentes; son paranoicos o son unas personas tan manipulables, que con tal de decir algo en las redes sociales –y que creen que su opinión es única y original-, crean un entorno tan macabro que solo beneficia a esas empresas que ganan millones de dólares por engañar a las personas.
Y no es por defender a AMLO, es simplemente porque este es el mejor caso para ejemplificar el poder que tiene las redes sociales sobre los individuos.
Facebook enfrenta su peor crisis de credibilidad en los Estados Unidos por dejar que empresas de este tipo, como Cambridge Analytica, utilizaran los datos personales de sus usuarios para influir en las elecciones presidenciales en las que ganó Donald Trump.
La trama rusa es otro de los ejemplos de esto, donde los hackers del Kremlin usaron las redes sociales para manipular a los electores con mensajes a favor de Trump.
Así que con el #AMLOASESINO no le hacen ningún favor a nadie, solo a este tipo de compañías, que repito, se llenan los bolsillos utilizando a las personas.
De tal suerte que las teorías conspiracioncitas siempre son más interesantes que la realidad, pero ¿qué tal que fue el crimen organizado el culpable de derribar la aeronave? ¿O qué tal que fueron los huachicoleros de Puebla? Ellos seguro tenían razones para hacerlo. ¿O qué tal esto? Dicen que alguien vio que justo cuando pasó la aeronave había un OVNI a su alrededor y seguro él lo derribo. ¿Pero qué tal que el piloto iba borracho y por eso se desplomó…?
Estas son solo suposiciones ilógicas como el #AMLOASESINO, pero así funcionan las redes sociales, siempre a la orden de los robots y los trolls que se han apoderado de la conciencia de las personas… La inteligencia artificial es mucho más poderosa de lo que todos imaginan.
Comentarios
Publicar un comentario
Hacer un Comentario