No estoy cuestionando la estrategia, misma que con algunos cambios cosméticos y otros, como el de aumentar considerablemente el número de efectivos en las calles, sea o no lo más adecuado; lo que estoy poniendo en la mesa es la posible sangría, quizá mayor que la que hemos visto hasta hoy, pueda desatarse.
Porque las promesas en campaña ahí estuvieron y las expectativas que generaron eran miel para los oídos de los grupos criminales.
Por supuesto que no estoy diciendo que dichas promesas fueron hechas por el presidente electo de forma directa a criminales. Pero al haberlo dicho en la plaza pública y a todo pulmón, pues es obvio que llegó al conocimiento de los posibles beneficiarios.
Se repitió hasta el cansancio la idea de la amnistía y el regreso de los militares a sus cuarteles en cuanto llegara a ser presidente. Quién sabe si eso ayudó a que los criminales no impidieron que la elección se llevara a cabo con normalidad en las poblaciones que ellos controlan.
Pero lo que es cierto, es que seguramente ya se habían hecho esperanzas y, como en otras cosas, López Obrador no les va a cumplir lo prometido. Es que para ellos era perdón y libertad de operación, así fue como lo planteó AMLO y, pues por eso.
Por ello, el terror se puede desatar. Habrá venganzas y retos a la autoridad.
Espere días oscuros y de mucho miedo.
Twitter: @adejorge
Comentarios
Publicar un comentario
Hacer un Comentario