De acuerdo con una investigación publicada en la revista Biology Letters, las toxinas que se filtran de los microplásticos dejan a los mariscos expuestos a los depredadores, debido a que los productos químicos suprimen completamente la capacidad de estos para detectar y evitar que los cangrejos se los coman.
Expertos del Centro Nacional de Investigación Científica, en el norte de Francia, analizaron al bígaro común, al que se le puede ver sobre las algas. También se indagó sobre su papel central en la cadena alimenticia marina, lo que lo convierte en una especie clave en las playas.
Según los expertos, cuando un cangrejo se acerca a un bígaro, normalmente este se esconde en su concha o debajo de las rocas. Pero una prueba de laboratorio demostró que cuando esta especie se encuentra en agua contaminada con microplásticos, los bígaros, recolectados en una playa cerca de Calais en Francia, no reaccionaron.
"Todo el conjunto de comportamientos está totalmente inhibido", dijo Laurent Seuront, profesor de dicho centro, a The Guardian. “Es una noticia preocupante. "Si el bígaro no puede detectar y escapar del depredador, es más probable que desaparezca y luego perturbe toda la cadena alimenticia".
Los expertos utilizaron una cantidad similar de microplásticos que pueden encontrarse en las playas y consideran que estos materiales atraen metales pesados y otros contaminantes orgánicos que interfieren en los sentidos del bígaro.
Un estudio realizado por científicos de las universidades de São Paulo y Santa Cecilia mostró que las toxinas filtradas de los microplásticos hicieron que las larvas de mejillón crecieran de manera anormal.
"Nuestros resultados sugieren que los residuos microplásticos pueden ser dañinos, incluso si la ingestión no es la única o la principal vía de interacción de los organismos marinos con los residuos plásticos contaminados", indican los expertos en los resultados del estudio.
Los expertos realizaron experimentos para evaluar la toxicidad de los lixiviados (líquidos que llevan sustancias tóxicas) de pellets (envases) de plástico virgen, así como de envases encontrados en playas, en el desarrollo de los embriones del mejillón marrón.
"Observamos que el embrión es sensible tanto al lixiviado de pellets vírgenes como el de playas. Sin embargo, la toxicidad del lixiviado de los gránulos varados (en las playas) fue mucho mayor que la de los gránulos vírgenes", señalan.
“Todavía estamos aprendiendo cuál es el impacto en especies individuales, como el bígaro, o incluso nosotros", señaló Paul Morozzo, de Greenpeace, al sitio de noticias.
Vía: El Financiero.
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