Transcurría una madrugada cualquiera en la frontera norte de México, cuando repentinamente el rugir de la metralla volvía a ser sonido ambiental de la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Personal naval de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), estaba siendo emboscado y en medio de la refriega mataron a civiles inocentes. La SEMAR, de ser la institución de mayor credibilidad en el país, se convertía en el asesino y raptor de inocentes.
Se han consumido días y noches de desesperación, indignación y zozobra, desde febrero que fue señalada por primera ocasión la SEMAR, sus elementos responsabilizados de desaparecer a por lo menos 24 personas en Nuevo Laredo, y la Procuraduría General de la República (PGR), no termina de darle el tiro de gracia a la Marina Armada de México, tampoco acelera la investigación que tiene bajo proceso a 257 navales inmiscuidos en este procedimiento que guarda celosamente una verdad absoluta, de la cual, existe alguien que evita a toda costa se sepa la verdad.
En el presente año las autoridades federales han recibido denuncias contra elementos de la SEMAR por la desaparición de al menos 36 personas en Nuevo Laredo, pero como si fuera una pelea entre la idiosincrasia neolaredense contra los infantes de Marina; los subordinados de Vidal Francisco Soberón Sáenz, igualmente han informado con precisión sobre el decomiso y aseguramiento de uniformes, camionetas y armamento de uso exclusivo del ejército a grupos armados, así como lonas y cartulinas con la misma tipografía que se utiliza en las protestas ciudadanas contra los efectivos de la Marina en este municipio fronterizo tamaulipeco.
Fue entonces que desde el mes de mayo, el jordano, Zeid Ra’ad Al Hussein, ahora ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llamó a las autoridades mexicanas a atender con urgencia las denuncias sobre desapariciones en la ciudad fronteriza de Tamaulipas, subrayando la existencia de fuertes indicios que involucran en los crímenes a las fuerzas federales mexicanas.
Pese a todo lo revuelto del caso y la urgencia de ser esclarecido, la PGR también guarda una postura tan incómoda como la de la misma SEMAR y los familiares de las víctimas. Los agentes de la Procuraduría han sido atacados por grupos armados cuando pretende realizar las diligencias en Nuevo Laredo, en el tiroteo han sido heridos de bala elementos de la Defensa Nacional; los de SEMAR también ha sufrido la baja de infantes y los muertos inocentes como los desaparecidos en general provocan un dolor inmenso entre la comunidad, pero ni así avanza la investigación.
Pese a la adversidad del presente año para la Secretaría de Marina, dicha institución sigue siendo la autoridad de mayor credibilidad para los mexicanos, con una aceptación del 88.2 por ciento en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), sin embargo, parece absurdo que la PGR no esclarezca las cosas y tengamos hasta hoy por lo menos 257 infantes de Marina concentrados en la capital del país esperando ser absueltos o ser señalados como culpables, pues a la fecha son presuntos inocentes, hasta que se les demuestre lo contrario.
davidcastellanost@hotmail.com
Se han consumido días y noches de desesperación, indignación y zozobra, desde febrero que fue señalada por primera ocasión la SEMAR, sus elementos responsabilizados de desaparecer a por lo menos 24 personas en Nuevo Laredo, y la Procuraduría General de la República (PGR), no termina de darle el tiro de gracia a la Marina Armada de México, tampoco acelera la investigación que tiene bajo proceso a 257 navales inmiscuidos en este procedimiento que guarda celosamente una verdad absoluta, de la cual, existe alguien que evita a toda costa se sepa la verdad.
En el presente año las autoridades federales han recibido denuncias contra elementos de la SEMAR por la desaparición de al menos 36 personas en Nuevo Laredo, pero como si fuera una pelea entre la idiosincrasia neolaredense contra los infantes de Marina; los subordinados de Vidal Francisco Soberón Sáenz, igualmente han informado con precisión sobre el decomiso y aseguramiento de uniformes, camionetas y armamento de uso exclusivo del ejército a grupos armados, así como lonas y cartulinas con la misma tipografía que se utiliza en las protestas ciudadanas contra los efectivos de la Marina en este municipio fronterizo tamaulipeco.
Fue entonces que desde el mes de mayo, el jordano, Zeid Ra’ad Al Hussein, ahora ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llamó a las autoridades mexicanas a atender con urgencia las denuncias sobre desapariciones en la ciudad fronteriza de Tamaulipas, subrayando la existencia de fuertes indicios que involucran en los crímenes a las fuerzas federales mexicanas.
Pese a todo lo revuelto del caso y la urgencia de ser esclarecido, la PGR también guarda una postura tan incómoda como la de la misma SEMAR y los familiares de las víctimas. Los agentes de la Procuraduría han sido atacados por grupos armados cuando pretende realizar las diligencias en Nuevo Laredo, en el tiroteo han sido heridos de bala elementos de la Defensa Nacional; los de SEMAR también ha sufrido la baja de infantes y los muertos inocentes como los desaparecidos en general provocan un dolor inmenso entre la comunidad, pero ni así avanza la investigación.
Pese a la adversidad del presente año para la Secretaría de Marina, dicha institución sigue siendo la autoridad de mayor credibilidad para los mexicanos, con una aceptación del 88.2 por ciento en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), sin embargo, parece absurdo que la PGR no esclarezca las cosas y tengamos hasta hoy por lo menos 257 infantes de Marina concentrados en la capital del país esperando ser absueltos o ser señalados como culpables, pues a la fecha son presuntos inocentes, hasta que se les demuestre lo contrario.
davidcastellanost@hotmail.com
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