Como siempre sucede cuando hay una desgracia que afecta a la sociedad, los únicos ganones son las dependencias de gobierno y algunos funcionarios. Estamos a un año del terremoto del 19 de septiembre y más allá de recordar la tragedia, es hora de preguntarnos por qué no hay una reconstrucción total de las zonas afectadas.
Y no me refiero solo a la reconstrucción de inmuebles, sino a todo lo que el terremoto ocasionó a nivel emocional de las familias afectadas. Ya que por una parte está el dinero, esos fondos y donaciones que a la fecha, está incierto su parado y como es costumbre en México, su manejo ha sido opaco y caen a cuenta gotas para ayudar realmente a los necesitados; pero por otro lado está el apoyo psicológico y moral que aún necesitan los damnificados.
Los trabajos realizados de algunas ONG’s como la Fundación Origen, que prestaron atención psicológica a los afectados, ha permitido en alguna medida “canalizar las emociones de los damnificados” y de esta forma lograr “una reconstrucción total con miras a recuperar su vivienda, el trabajo y sus rutinas con la comunidad”, dice esta organización.
O la comunidad de la UNAM, que ofreció este mismo tipo de apoyos. Pero hubo otras fundaciones como la Alfredo Harp Helú, que donó 700 millones de pesos para apoyar las zonas afectadas y así como ellos, miles de donantes particulares y otras organizaciones se solidarizaron con México.
¿Pero qué ha pasado que la reconstrucción no se da? Tal como lo afirma Vania Salgado, damnificada e integrante de la organización Nosotrxs, "la prioridad número uno de la reconstrucción de viviendas no ha sido atendida y hasta ahora desconocemos el destino de los recursos económicos".
Tan solo en la CDMX, se han aprobado 47 proyectos a los que la Asamblea Legislativa ha asignado 14 mil 684 millones de pesos, equivalentes a unos 765 millones de dólares.
Pero “de este monto, 457 millones de dólares eran para acciones de reconstrucción, recuperación, transparencia y transformación de la CDMX” y hasta ahora "no hay claridad sobre cómo se han utilizado esos recursos", señaló Salgado.
Apenas en estos días, la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, dijo que se han aprobado 5 mil 602 millones de pesos para apoyar a los damnificados, una cifra mucho menor a la que señala Nosotrxs.
Además, la Plataforma para la Reconstrucción de la CDMX asegura que cuenta con dictámenes donde más de 7 mil inmuebles de uso habitacional que resultaron dañados, además de 2 mil 604 inmuebles de uso comercial, como mercados, pequeñas y medianas empresas; así como el de 103 que son considerados con valor cultural e histórico y 46 edificaciones de gobierno.
Otras de las disparidades en números la señala Vania Salgado, ya que hasta el pasado 4 de julio, se habían autorizado 43 acciones por la Comisión para la Reconstrucción, equivalentes a 6 mil 017 millones de pesos (unos 313 millones de dólares) y solo se comprobó la ejecución de 14.9 millones de dólares.
Esto solo en la CDMX, en Oaxaca las cosas están igual o peor. En este estado, según las cifras oficiales, se dañaron 65 mil 044 viviendas y el gobierno federal destinó un fondo para la reconstrucción de 7 mil 362 millones de pesos.
Pero a un año de los dos terremotos que azotaron a Oaxaca en septiembre del 2017, aún hay 5 mil 200 familias sin atender y que viven en las calles o refugios provisionales.
"Hay cientos de familias que no fueron incluidas y siguen viviendo en las calles, en los patios de sus casas, en improvisados campamentos", aseguró Magali Sánchez, representante de la Red Regional de Vecinos Afectados en Juchitán.
Y peor aún, del dinero para su atención y la reconstrucción, muy pocos saben dónde está. Incluso Sara Méndez, coordinadora de la ONG Código DH, acusó en declaraciones para la agencia AFP que “en el gobierno estatal, a cargo de Alejandro Murat, se perdió un fondo de 10 millones de pesos, además de que se desconoce qué pasó con los recursos que serían destinados a Chiapas”.
Y todavía falta investigar un poco sobre Puebla y el Estado de México, que también salieron muy afectados por el terremoto del 19S.
Este es el México del día a día, donde la opacidad gubernamental impide que las cosas avancen, que se utilicen los recursos de manera efectiva y que la sociedad sea la mayor beneficiada de esto, por eso digo que del terremoto del 19S, el gobierno fue el ganón.
Y no me refiero solo a la reconstrucción de inmuebles, sino a todo lo que el terremoto ocasionó a nivel emocional de las familias afectadas. Ya que por una parte está el dinero, esos fondos y donaciones que a la fecha, está incierto su parado y como es costumbre en México, su manejo ha sido opaco y caen a cuenta gotas para ayudar realmente a los necesitados; pero por otro lado está el apoyo psicológico y moral que aún necesitan los damnificados.
Los trabajos realizados de algunas ONG’s como la Fundación Origen, que prestaron atención psicológica a los afectados, ha permitido en alguna medida “canalizar las emociones de los damnificados” y de esta forma lograr “una reconstrucción total con miras a recuperar su vivienda, el trabajo y sus rutinas con la comunidad”, dice esta organización.
O la comunidad de la UNAM, que ofreció este mismo tipo de apoyos. Pero hubo otras fundaciones como la Alfredo Harp Helú, que donó 700 millones de pesos para apoyar las zonas afectadas y así como ellos, miles de donantes particulares y otras organizaciones se solidarizaron con México.
¿Pero qué ha pasado que la reconstrucción no se da? Tal como lo afirma Vania Salgado, damnificada e integrante de la organización Nosotrxs, "la prioridad número uno de la reconstrucción de viviendas no ha sido atendida y hasta ahora desconocemos el destino de los recursos económicos".
Tan solo en la CDMX, se han aprobado 47 proyectos a los que la Asamblea Legislativa ha asignado 14 mil 684 millones de pesos, equivalentes a unos 765 millones de dólares.
Pero “de este monto, 457 millones de dólares eran para acciones de reconstrucción, recuperación, transparencia y transformación de la CDMX” y hasta ahora "no hay claridad sobre cómo se han utilizado esos recursos", señaló Salgado.
Apenas en estos días, la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, dijo que se han aprobado 5 mil 602 millones de pesos para apoyar a los damnificados, una cifra mucho menor a la que señala Nosotrxs.
Además, la Plataforma para la Reconstrucción de la CDMX asegura que cuenta con dictámenes donde más de 7 mil inmuebles de uso habitacional que resultaron dañados, además de 2 mil 604 inmuebles de uso comercial, como mercados, pequeñas y medianas empresas; así como el de 103 que son considerados con valor cultural e histórico y 46 edificaciones de gobierno.
Otras de las disparidades en números la señala Vania Salgado, ya que hasta el pasado 4 de julio, se habían autorizado 43 acciones por la Comisión para la Reconstrucción, equivalentes a 6 mil 017 millones de pesos (unos 313 millones de dólares) y solo se comprobó la ejecución de 14.9 millones de dólares.
Esto solo en la CDMX, en Oaxaca las cosas están igual o peor. En este estado, según las cifras oficiales, se dañaron 65 mil 044 viviendas y el gobierno federal destinó un fondo para la reconstrucción de 7 mil 362 millones de pesos.
Pero a un año de los dos terremotos que azotaron a Oaxaca en septiembre del 2017, aún hay 5 mil 200 familias sin atender y que viven en las calles o refugios provisionales.
"Hay cientos de familias que no fueron incluidas y siguen viviendo en las calles, en los patios de sus casas, en improvisados campamentos", aseguró Magali Sánchez, representante de la Red Regional de Vecinos Afectados en Juchitán.
Y peor aún, del dinero para su atención y la reconstrucción, muy pocos saben dónde está. Incluso Sara Méndez, coordinadora de la ONG Código DH, acusó en declaraciones para la agencia AFP que “en el gobierno estatal, a cargo de Alejandro Murat, se perdió un fondo de 10 millones de pesos, además de que se desconoce qué pasó con los recursos que serían destinados a Chiapas”.
Y todavía falta investigar un poco sobre Puebla y el Estado de México, que también salieron muy afectados por el terremoto del 19S.
Este es el México del día a día, donde la opacidad gubernamental impide que las cosas avancen, que se utilicen los recursos de manera efectiva y que la sociedad sea la mayor beneficiada de esto, por eso digo que del terremoto del 19S, el gobierno fue el ganón.
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