Según publica el diario Las Últimas Noticias, en la investigación participan científicos de la Universidad de Chile y Universidad del Desarrollo y el producto busca principalmente inhibir las recaídas que suelen sufrir quienes tratan de vencer el alcoholismo, un proceso que siempre puede ser muy difícil para las personas, según los expertos.
En la fase experimental, los investigadores ofrecieron una cantidad de alcohol equivalente al consumo humano promedio (una persona de 70 kilos): dos botellas de whisky de 50 grados y 750 cc cada una, por día, a un grupo de ratones durante tres meses.
Después, a parte de las ratas se les inyectó células madres mesenquimáticas (antiinflamatorias) en el líquido cefalorraquídeo, mientras que al resto se les dio solo un placebo, y se mantuvo a todas en abstinencia por 14 días.
El resultado fue que mientras las ratas inyectadas tomaron la cantidad equivalente a un bebedor social (28 gramos de alcohol), los que recibieron placebos aumentaron la ingesta, tomando el equivalente a una persona de 70 kilos: 154 gramos de alcohol, o media botella de whisky en una hora.
Para simplificar la aplicación de las células antiinflamatorias, los investigadores desarrollaron el aerosol nasal, que fue aplicado a las ratas adictas.
El resultado fue satisfactorio, pues con la primera dosis las rayas mostraron un 70 % de inhibición al consumo, que aumentó al 90 % tras la segunda y tercera dosis.
Ahora el equipo está probando en un animal adicto a la nicotina los efectos de la administración nasal de secretomas, dijo al periódico la investigadora María Elena Quintanilla.
Vía: MVS.
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