Diego el “10”

Diego el “10”
Los polémicos, escándalos de drogas, los años que carga y sus ridículos comportamientos, no podrán borrar jamás al Diego Armando Maradona, pambolero; nunca acabarán con el “10” de la albiceleste. El grito de “putos” en el Mundial Rusia 2018, es un gramo más a su triste faceta fuera del terreno de juego.

Un lugar cargado de historia como el mismo Diego, es el barrio de La Paternal, donde se encuentra la casa que habitó Maradona en sus comienzos futbolísticos militando al Argentinos Juniors; hoy esa vivienda está convertida en un museo.

Este hogar ubicado en las calles Lazcano y Gavilán, pasó a ser propiedad de Diego, como pago por su contrato profesional, se dice que el “10” desde entonces, comenzó a dejar atrás la miseria para convertirse en el astro futbolero.

Casas como ésta, la de Maradona, con vestigios históricos ahora convertidos en espacios para la cultura y las artes, existen por todo el mundo, lugares que también tienen mucho que ofrecer a los viajeros.

Por ejemplo, en el estado de Tamaulipas, al noreste de México; existe el Museo Casa Gándara, una residencia construida por el ex presidente General Manuel González Flores, que data con más 161 años de historia, en la actualidad cumplió cinco años de aperturar sus puertas para los artistas locales, siendo esto, todo un reto para su propietaria y directora general, Carmen Sofía Gándara de Aznar, quien siempre está al pendiente de qué le gustaría ver a la gente, le preocupa encontrar la forma de llegarle al público que está completamente alejado de la cultura.

“Y eso es uno de los mayores retos, hacer que la cultura sea divertida, amena, relajada, para de esa manera ir entrando poco a poco en la población”, detalló Carmen Sofía.

Estos primeros cinco años como Museo Casa Gándara, han sido de mucho aprendizaje para ella y su equipo de colaboradores, quienes emprendieron este proyecto sin saber absolutamente nada de cómo hacerlo, fue casi un reto personal, pues Tampico, más que nunca estaba sumergido en el miedo, la zozobra y el temor de las balaceras, jamás imaginaron el gran impacto y aprobación que iban a tener.

“Estos años me han ayudado a madurar como persona y a involucrarme más en las necesidades de los habitantes de la región, a investigar y buscar alternativas para llevar a la población sano esparcimiento. En estos cinco años ha venido mucha gente a trabajar como voluntaria y eso solo nos da más fuerzas para seguir luchando por sacar el proyecto adelante y mejorar cada día, pues nunca imaginamos lo importante que sería Casa Gándara para la comunidad”.

Aunque para muchos cinco años no es nada, para quienes han tenido la oportunidad de conocer la casona histórica y pasar tardes agradables entre sus galerías, lo agradecen; nadie puede imaginar lo difícil que ha sido sostener el Museo Casa Gándara, ya que al no tener ningún tipo de apoyo gubernamental o de la iniciativa privada, el manejo administrativo es más complicado. El desinterés de los gobernantes por la cultura es tan evidente, que a pesar de que la fachada del Museo Casa Gándara y la residencia en sí, está catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), no existe un solo gobernante que aporte un foco, un jabón de manos, una escoba.

Sin embargo, creo que la fortaleza para sostenerse activa como Museo Casa Gándara, consiste en los voluntarios que aportan un granito de arena, personas que han contribuido en estos cinco años a tener momentos de gran alegría.

“Sin ninguna duda, nuestra mayor alegría fue el día de la inauguración, pues nunca imaginamos que tanta gente vendría, este proyecto inició con la idea de hacer una exposición de fotografías que solo estaría abierta al público durante 15 días, el hecho de que tanta gente se interesara en venir a la ceremonia inaugural, nos forzó en el buen término de la palabra, a hacer de ese proyecto algo permanente, doy gracias a la población de Tampico, y sus alrededores por impulsarnos para llegar hoy a 5 años, nunca me cansaré de agradecerles eso. Otra de nuestras grandes alegrías ha sido ver la casa llena de estudiantes, llegan camiones llenos de niños y jóvenes que vienen con sus grupos escolares, ver sus caritas maravilladas de lo que hay aquí adentro, contestar sus preguntas acerca de cómo se vivía en el pasado y sobre los inventos que tenemos en exhibición, es algo indescriptible; también nos llena de alegría cuando vienen grupos de personas y al término del recorrido por nuestras galerías, nos comparten sus fotos y su experiencia en la página de Casa Gándara, así como en sus propios perfiles de redes sociales, eso motiva a salir adelante”.

Así es como solos y contra el desinterés gubernamental, Carmen Sofía Gándara de Aznar y sus colaboradores, han salido adelante y consolidado poco a poco el Museo Casa Gándara, ubicado en el centro de la ciudad de Tampico, por cierto, inaugurado el 27 de junio de 2013

¡Felicidades!

davidcastellanost@hotmail.com


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