Las dos principales cadenas de televisión han moderado su tono hacia el tabasqueño de una manera inobjetable, en los distintos espacios en los que ha acudido este a debatir o ser entrevistado. El mismo segundo debate electoral, fue modificado a modo para el tabasqueño, curiosamente.
El 27 de febrero en mi artículo “Tirar a Anaya” ya hablaba yo de un pacto secreto entre López Obrador y el actual gobierno priísta al ver el ataque a Ricardo Anaya utilizando de manera facciosa a la PGR para golpearlo, por el caso de triangulaciones de dinero. Preguntaba yo en dicho artículo, si esa maniobra era para favorecer al candidato oficial, que no levantaba. O si en realidad era una maniobra para evitar cerrar la brecha entre el primero y segundo lugar en las encuestas y así allanarle el camino al tabasqueño.
En ese mismo artículo ya mencionaba de la tentación y añoranza de los grupos más rancios y pragmáticos del PRI por recuperar el poder político que la corriente tecnócrata en el partido -y que hoy gobierna- les arrebató hace ya varios sexenios. Sospecha que poco a poco se va confirmando con el acercamiento de Yeidckol Polevnsky a Manlio Fabio Beltrones y su grupo, como bien lo menciona Alfredo Lecona en su artículo de ayer en Aristegui noticias “¿Yeidckol ya pactó?” Si se revisan las listas de candidatos de MORENA al Congreso nos podemos dar cuenta como los candidatos naturales de ese partido han sido desplazados por ex priístas lo que ha originado protestas entre las bases del partido del tabasqueño quien trata de mantener quietos a sus seguidores originales.
La lucha por el poder ha sido feroz en este proceso electoral y hoy sólo hay un partido que no está fracturado, que es el que encabeza las encuestas, un partido autoritario en dónde sólo existe una voz y esa es la que manda, la que ordena y dice de qué manera se hacen las cosas.
Los hilos se mueven y todo indica que esa mafia del poder ya se tragó a MORENA para dar al pueblo lo que pide y así apaciguarlo como estrategia para seguir teniendo el poder, o recuperarlo si es que en algún momento lo perdió.
Finalizo este artículo a sólo un mes de la jornada electoral con las mismas palabras que cerré el de hace tres meses donde ya visualizaba esta transmutación: “Los tiempos son complejos, el agua está turbia y el proceso electoral que se aproxima podría ser un parteaguas en la política nacional, un reagrupamiento de grupos de poder político y económico que bien podrían regresarnos al pasado o seguirnos llevando por el mismo camino recorrido en los últimos 30 años. El tiempo lo dirá.”
@raullox
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