Nos quejamos del trato que recibimos los mexicanos de las autoridades de migración de los Estados Unidos, pero en nuestro país estamos igual o peor. Y me refiero al Instituto Nacional de Migración (INM), donde la máxima parece ser: “Trate mal a todos, aquí no existen los derechos humanos”.
Comencé a hacer trámites ante el INM apenas a principios de este año. No recuerdo visitar alguna institución pública que me provocara tantos dolores de cabeza, enojos y frustración. Cuando acudes a este lugar debes preparar tu hígado, porque no saldrás exento de corajes, mismos que podrían evitarse si la autoridad hiciera su trabajo y respetara, sobre todo, nuestros derechos.
De inicio, la página de Internet del INM es confusa, para hacer un trámite debes llenar formatos, sin que te especifiquen o pongan un ejemplo (tan fácil sería), de qué datos poner y en dónde. Ahí comienza el primer dolor de cabeza, porque cuando uno acude al INM el chance de que te rechacen tu documentación, y tengas que volver de nuevo, es altísima. Regresas una o dos veces para el mismo trámite, gastando recursos humanos, materiales y tiempo que se podrían ahorrar si fueran específicos en su Web.
El segundo dolor de cabeza es con el trato de los agentes de migración, es verdaderamente indignante, creo que a los delincuentes les va mejor. Es irónico leer en cada unos de los puestos de la gente que atiende en ventanilla la siguiente leyenda: “Mi compromiso es atenderle de manera eficiente y honesta, lo que implica no dádivas a cambio de ningún trámite”.
¿Atender de manera eficiente y honesta? Cuando se roban tus documentos originales, como la credencial de elector, por ejemplo. Y me refiero al caso específico de la Claudia Érika Martínez Campos, que atiende en la Delegación de la Ciudad de México, quien prefirió “quedarse” con la identificación, nada más por “joder”. Además, dicha funcionaria pública cumple muy bien su función de tratar mal y humillar a la gente que atiende. Y con una sonrisa en la boca te señala: “Así son las instrucciones”. Y no puedes hacer nada pues el teléfono que anuncian para “quejas” en el INM ¡Nadie contesta! Es el 2581-0100 ext 32048.
Pero el trato del personal que labora en el Instituto Nacional de Migración en todo el país, tampoco está lejos del reportar casos de maltrato, brutalidad y excesos por parte de sus agentes. Existen cientos de ejemplos, documentados a lo largo de la historia de nuestro país.
De hecho, quien fungiera como Comisionado de este instituto durante la gestión de Miguel Ángel Osorio Chong, Ardelio Vargas Fosado, recoge en su haber un “largo y negro historial como represor”, como lo señala Enrique Nuñez de Intolerancia Diario. La cumbre de su carrera se dio cuando encabezó las operaciones en Atenco, para frenar a los opositores del aeropuerto, registrando sendas violaciones a los derechos humanos.
Apenas en marzo de este año, fue nombrado Gerardo Elías García Benavente, quien fungiera como Director General de Inteligencia e Investigación en la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), en el Estado de México, cuando Enrique Peña fungía como gobernador.
El reto de García Benavente es mayúsculo, la herencia que recibió de su antecesor, las malas prácticas, la mala capacitación y la máxima de maltrato en esta institución serán difíciles de erradicar, más cuando quedan pocos meses para que surja un cambio de gobierno.
En un desayuno que apenas celebrábamos esta semana en Grupo Chapultepec, con la ex Ministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero, y quien está propuesta para ser Secretaria de Gobernación, en caso de que el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, triunfe en los próximo comicios, señalaba que una de sus prioridades serán los migrantes que pasen por nuestro país.
Enfatizó que erradicará los campos donde tienen hacinados a los centroamericanos que intentan cruzar por México, en búsqueda de una oportunidad en los Estados Unidos. Asimismo, expuso que evaluará la instauración de la figura de “visas de tránsito”, que ya se contempla en la ley, pero que no se utiliza. En suma, señaló que habrá un rostro más humano en el tema del Instituto Nacional de Migración.
Del candidato del PAN, Ricardo Anaya, he escuchado sus propuestas para los migrantes mexicanos, pero no para los que cruzan nuestro país, ni tampoco sobre una modernización urgente del INM. Anaya reconoce que nuestros connacionales son víctimas de maltrato en los EUA, de hecho, la historia que contó en el segundo debate de Ana Laura, una migrante que fue esposada de pies y manos, deportada, y a quien le dieron un costal para meter sus pertenencias, refleja que el albiazul conoce la realidad de maltrato que existe dentro de estas instituciones.
A José Antonio Meade, candidato del PRI, los migrantes le han presentado sus propuestas, como reformar el programa 3x1, recibir mayor apoyo, sobre todo a las mujeres que se quedan en nuestro país, cuando sus maridos se van a trabajar a los Estados Unidos.
Y creo que una de las frases que le pronunciaron a Meade en su reciente visita a Michoacán, refleja exactamente el sentir de este artículo: “Nosotros los migrantes no nada más sufrimos en la mera entrada, desde cuando te empiezan a pedir la mordida. Eso duele, doctor, duele porque llegas a tu país y es donde, a veces, más te friegan”.
Y desgraciadamente el migrante tiene razón, el gobierno debería empezar la limpia por su casa, por el Instituto Nacional de Migración, por capacitar a sus agentes, por darles clases sobre derechos humanos, ética y valores. Aquí es donde más te friegan, donde más se ríen de ti, de los extranjeros, de todos. Una institución que está podrida por dentro y por fuera.
Gran reto tiene quien gane la Presidencia de la República, pero no es imposible, hoy los avances tecnológicos juegan un papel muy importante en la solución de problemas. Mientras eso suceda, acuda al INM con paciencia y preparado para que su hígado quede intoxicado de bilis, esperando a que a partir del próximo 1º de diciembre esta situación mejore.
Comencé a hacer trámites ante el INM apenas a principios de este año. No recuerdo visitar alguna institución pública que me provocara tantos dolores de cabeza, enojos y frustración. Cuando acudes a este lugar debes preparar tu hígado, porque no saldrás exento de corajes, mismos que podrían evitarse si la autoridad hiciera su trabajo y respetara, sobre todo, nuestros derechos.
De inicio, la página de Internet del INM es confusa, para hacer un trámite debes llenar formatos, sin que te especifiquen o pongan un ejemplo (tan fácil sería), de qué datos poner y en dónde. Ahí comienza el primer dolor de cabeza, porque cuando uno acude al INM el chance de que te rechacen tu documentación, y tengas que volver de nuevo, es altísima. Regresas una o dos veces para el mismo trámite, gastando recursos humanos, materiales y tiempo que se podrían ahorrar si fueran específicos en su Web.
El segundo dolor de cabeza es con el trato de los agentes de migración, es verdaderamente indignante, creo que a los delincuentes les va mejor. Es irónico leer en cada unos de los puestos de la gente que atiende en ventanilla la siguiente leyenda: “Mi compromiso es atenderle de manera eficiente y honesta, lo que implica no dádivas a cambio de ningún trámite”.
¿Atender de manera eficiente y honesta? Cuando se roban tus documentos originales, como la credencial de elector, por ejemplo. Y me refiero al caso específico de la Claudia Érika Martínez Campos, que atiende en la Delegación de la Ciudad de México, quien prefirió “quedarse” con la identificación, nada más por “joder”. Además, dicha funcionaria pública cumple muy bien su función de tratar mal y humillar a la gente que atiende. Y con una sonrisa en la boca te señala: “Así son las instrucciones”. Y no puedes hacer nada pues el teléfono que anuncian para “quejas” en el INM ¡Nadie contesta! Es el 2581-0100 ext 32048.
De hecho, quien fungiera como Comisionado de este instituto durante la gestión de Miguel Ángel Osorio Chong, Ardelio Vargas Fosado, recoge en su haber un “largo y negro historial como represor”, como lo señala Enrique Nuñez de Intolerancia Diario. La cumbre de su carrera se dio cuando encabezó las operaciones en Atenco, para frenar a los opositores del aeropuerto, registrando sendas violaciones a los derechos humanos.
Apenas en marzo de este año, fue nombrado Gerardo Elías García Benavente, quien fungiera como Director General de Inteligencia e Investigación en la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), en el Estado de México, cuando Enrique Peña fungía como gobernador.
El reto de García Benavente es mayúsculo, la herencia que recibió de su antecesor, las malas prácticas, la mala capacitación y la máxima de maltrato en esta institución serán difíciles de erradicar, más cuando quedan pocos meses para que surja un cambio de gobierno.
En un desayuno que apenas celebrábamos esta semana en Grupo Chapultepec, con la ex Ministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero, y quien está propuesta para ser Secretaria de Gobernación, en caso de que el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, triunfe en los próximo comicios, señalaba que una de sus prioridades serán los migrantes que pasen por nuestro país.
Enfatizó que erradicará los campos donde tienen hacinados a los centroamericanos que intentan cruzar por México, en búsqueda de una oportunidad en los Estados Unidos. Asimismo, expuso que evaluará la instauración de la figura de “visas de tránsito”, que ya se contempla en la ley, pero que no se utiliza. En suma, señaló que habrá un rostro más humano en el tema del Instituto Nacional de Migración.
Del candidato del PAN, Ricardo Anaya, he escuchado sus propuestas para los migrantes mexicanos, pero no para los que cruzan nuestro país, ni tampoco sobre una modernización urgente del INM. Anaya reconoce que nuestros connacionales son víctimas de maltrato en los EUA, de hecho, la historia que contó en el segundo debate de Ana Laura, una migrante que fue esposada de pies y manos, deportada, y a quien le dieron un costal para meter sus pertenencias, refleja que el albiazul conoce la realidad de maltrato que existe dentro de estas instituciones.
A José Antonio Meade, candidato del PRI, los migrantes le han presentado sus propuestas, como reformar el programa 3x1, recibir mayor apoyo, sobre todo a las mujeres que se quedan en nuestro país, cuando sus maridos se van a trabajar a los Estados Unidos.
Y creo que una de las frases que le pronunciaron a Meade en su reciente visita a Michoacán, refleja exactamente el sentir de este artículo: “Nosotros los migrantes no nada más sufrimos en la mera entrada, desde cuando te empiezan a pedir la mordida. Eso duele, doctor, duele porque llegas a tu país y es donde, a veces, más te friegan”.
Y desgraciadamente el migrante tiene razón, el gobierno debería empezar la limpia por su casa, por el Instituto Nacional de Migración, por capacitar a sus agentes, por darles clases sobre derechos humanos, ética y valores. Aquí es donde más te friegan, donde más se ríen de ti, de los extranjeros, de todos. Una institución que está podrida por dentro y por fuera.
Gran reto tiene quien gane la Presidencia de la República, pero no es imposible, hoy los avances tecnológicos juegan un papel muy importante en la solución de problemas. Mientras eso suceda, acuda al INM con paciencia y preparado para que su hígado quede intoxicado de bilis, esperando a que a partir del próximo 1º de diciembre esta situación mejore.
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