Una especie de benchmarking
Benchmarking es eso que hacen las grandes empresas para denotar buenas prácticas en sus competidores directos, indirectos, o incluso en corporaciones que no son meramente competencia y adoptarlas tal cual o hasta mejoradas.
Los hombres y mujeres cuentan con características propias del género que los hacen más propensos a conducirse de tal o cuál manera, y como todo en esta vida, a veces aciertan y otras tantas no, pero en este artículo enlistaremos las que me parecen bastante buenas de los hombres y que podríamos adoptar como propias, es decir, nosotras las mujeres, así que haremos un benchmarking con ellos. No olvides algo importante: Aquí generalizo, pero… ¡es obvio que siempre hay excepciones a la regla!
Cuando un hombre no sabe qué hacer… simplemente no hace nada
Cuántas veces no has pasado el tiempo preguntándote si te quiere, después de por ejemplo, una discusión, ¿porqué no te ha llamado?, bien, porque los hombres cuando no saben qué hacer o no están seguros simplemente no hacen nada, hasta que se toman un tiempo para pensarlo con detenimiento o les cae un rayo en la cabeza que los ilumina, jeje… pero para fines concretos, no son tan impulsivos como nosotras las mujeres, donde el punto es reaccionar pronto, ¿no me crees?, checa esto en este mismo ejemplo al notar que no tienes respuesta, seguro ya estás bombardeándolo con mensajes de qué pasó, ya en tu cabeza piensas que no te ama, lo llamas mil veces, etc. No sabes cómo actuar o qué es lo correcto, si esperar a que pase tiempo y se calmen las cosas o si dejarle mil mensajes en su whats es sano; en cambio, ya estás casi afuera de su casa viendo qué está sucediendo, cuando a lo mejor no pasa gran cosa y el hombre en cuestión sólo ocupa algo de espacio sin reaccionar, para ver qué solución tomar. Si no sabes si lo que harás te dará buen o mal resultado, simple: ¡No hagas nada!
Ante un problema, la gran mayoría de los hombres no se enfocan en lo que pasó, sino en la solución.
Cuando nosotras tenemos un problema le damos mil vueltas a la supuesta búsqueda del porqué de las cosas, y así podemos perdernos un buen rato o días en lo que finalmente nos enfocamos en la solución, ¿no me crees?, cuéntale a cualquier hombre una problemática que traigas en la oficina o con tu hermana, etc., mientras te emocionas sacando los mil detalles, antes de que siquiera vayas en el detalle número 3, el hombre en cuestión ya te habrá dado su veredicto, es decir, lo que cree que debes hacer para resolverlo y punto. Bien, si adoptamos esto nos ahorraríamos tiempo de desgaste innecesario, resolveríamos lo que sea y seguiríamos adelante con nuestras vidas, al final de cuentas, como se dice por ahí: “La vida continúa” y “a mal paso darle prisa”… ¿no?
Son más asertivos para comunicarse
Si un hombre quiere decir algo lo dirá de manera clara y puntual, es decir, sin rodeos ni con indirectas de por medio. Si lo dudas, te pongo un ejemplo.
Hombre: Oye mi amor, el sábado tengo partido de futbol, no podremos ir a comer como quedamos, pero te busco más tarde y vamos a cenar.
Mujer: Oye amor, fíjate que Ana (una amiga) como que ha andado medio triste, ha tenido muchos problemas, no sé me da como que cosita que este sola y medio agripada, creo que le vendría bien un poco de compañía. (Hasta este momento el hombre en cuestión por seguro quizá aún no comprende del todo que tu intención es ir con tu amiga y no con él).
En vez de sólo decir: Amor no podré ir a cenar contigo, pues mi amiga Ana la está pasando mal e iré a cenar con ella, te cambio la cita para otro día… ¡y punto!
Tienen camarería con sus semejantes (otros hombres)
Forman una especie de comunidad, en la que uno de los valores que más se aprecia es la solidaridad, por no decir complicidad… ¡ups!
Te pondré un ejemplo: Si un hombre se entera de que en la oficina un compañero sale con una mujer que no es su esposa, ¡no lo va a delatar, créeme!, ya sé, es un mal ejemplo, pero en una manera u otra es solidario, y si lo quieres ver así: ¡Cómplice también!; en cambio, en este mismo ejemplo, donde las protagonistas sean mujeres, ya sabrás que de indigna e impura (por no decir otra expresión) no la bajarán nunca, es decir, se atacan unas a otras. Ahora, lo que sí estoy diciendo es que generemos más cohesión entre nosotras, y gracias a esto lograríamos más y mejores cosas de las que se han registrado en la historia hasta ahora. Después de todo, “la unión hace la fuerza”.
Ahora considera poner en acción algo de esto y verás cómo la vida se simplifica un poquito, pues sí hay algo de verdad en esto de que los hombres son más prácticos, aunque como ya dije, sí hay excepciones a la regla, y no dudo, seguro, existan mujeres que ya actúen bajo alguna de estas formas.
No te pierdas la siguiente semana la segunda parte…
Comentarios
Publicar un comentario
Hacer un Comentario