Después de mantenerse por meses en el segundo lugar de las preferencias y una vez concluido el primer debate, Ricardo Anaya se perfila como el único candidato que podrá darle la batalla a López Obrador el próximo primero de julio. Son tres los factores que podrían llevarlo a la victoria. Sólo uno depende de él y su equipo de campaña, el otro tendrá que pactarlo y un tercero será por convencimiento.
El primero de estos factores depende totalmente de Anaya y su equipo, Andrés Manuel ya les ha dado herramientas suficientes para atacarlo: sus propuestas incongruentes, su pasado priísta, el destino de los tres mil millones de pesos qué se le otorgan a su partido Morena que obviamente no se gastan en los actos austeros que maneja, los numerosos colaboradores corruptos, varios de ellos ex priístas también, qué asesoran al tabasqueño -por sólo mencionar algunos puntos-. En el primer debate vimos sólo un esbozo de lo duro que se le puede pegar a López Obrador, es cuestión de no bajar la guardia y ser constante para seguirlo exhibiendo.
El segundo factor es el deslinde y limpieza de su imagen por el delito del que se le acusa. En este punto será muy importante el acercamiento con el actual gobierno, tender lazos para suavizar el caso, conseguir el entendimiento de ambas partes y darse cuenta de que, atacándose mutuamente sólo se fortalece a López Obrador. Se necesita voluntad de ambas partes y esto tendrá que pactarse. Aquí cabría la reflexión de ¿a quién prefiere entregar la banda presidencial Peña Nieto?
El tercero y no menos importante sería el convencimiento de la cúpula empresarial para qué de manera decidida y firme marquen distancia de las propuestas en materia de economía y desarrollo que trae el tabasqueño, que no les han caído muy bien, por cierto. Hasta el día de hoy tanto los banqueros como el consejo coordinador empresarial han sido muy cautos en sus declaraciones, pues al ver las encuestas no quieren adelantarse a los hechos para después salir muy raspados. En este punto es muy importante el trabajo de los asesores de Anaya en las distintas cámaras empresariales y comerciales para convencerlos de tomar partido y conseguir su respaldo absoluto, de logarlo sería el golpe más duro para el tabasqueño, la manifestación pública de rechazo a sus propuestas por parte de este sector.
Sólo restan nueve semanas para la elección y son dos los candidatos que empiezan a despuntar, ningún ajuste, ningún acuerdo está de más, todo cuenta con tal de lograr la victoria. Al tiempo...
@raullox
El primero de estos factores depende totalmente de Anaya y su equipo, Andrés Manuel ya les ha dado herramientas suficientes para atacarlo: sus propuestas incongruentes, su pasado priísta, el destino de los tres mil millones de pesos qué se le otorgan a su partido Morena que obviamente no se gastan en los actos austeros que maneja, los numerosos colaboradores corruptos, varios de ellos ex priístas también, qué asesoran al tabasqueño -por sólo mencionar algunos puntos-. En el primer debate vimos sólo un esbozo de lo duro que se le puede pegar a López Obrador, es cuestión de no bajar la guardia y ser constante para seguirlo exhibiendo.
El segundo factor es el deslinde y limpieza de su imagen por el delito del que se le acusa. En este punto será muy importante el acercamiento con el actual gobierno, tender lazos para suavizar el caso, conseguir el entendimiento de ambas partes y darse cuenta de que, atacándose mutuamente sólo se fortalece a López Obrador. Se necesita voluntad de ambas partes y esto tendrá que pactarse. Aquí cabría la reflexión de ¿a quién prefiere entregar la banda presidencial Peña Nieto?
El tercero y no menos importante sería el convencimiento de la cúpula empresarial para qué de manera decidida y firme marquen distancia de las propuestas en materia de economía y desarrollo que trae el tabasqueño, que no les han caído muy bien, por cierto. Hasta el día de hoy tanto los banqueros como el consejo coordinador empresarial han sido muy cautos en sus declaraciones, pues al ver las encuestas no quieren adelantarse a los hechos para después salir muy raspados. En este punto es muy importante el trabajo de los asesores de Anaya en las distintas cámaras empresariales y comerciales para convencerlos de tomar partido y conseguir su respaldo absoluto, de logarlo sería el golpe más duro para el tabasqueño, la manifestación pública de rechazo a sus propuestas por parte de este sector.
Sólo restan nueve semanas para la elección y son dos los candidatos que empiezan a despuntar, ningún ajuste, ningún acuerdo está de más, todo cuenta con tal de lograr la victoria. Al tiempo...
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