Favores sexuales, de víctimas a cómplices

Favores sexuales, de víctimas a cómplices
Bien decía el actor Plutarco Haza en un Tweet que publicó recientemente: “Condeno severamente el acoso sexual y laboral, pero también quiero decir que si tú fuiste amante, novia o accediste a algún favor sexual para crecer en tu carrera NO eres víctima eres cómplice, eres parte del problema, las únicas víctimas son los y las que dijeron NO”.


Y parece que ese dicho aplica al caso de la ex Procuradora de Protección a la Fauna en el Estado de México, Alejandra Arias Molina, quien denunció acoso laboral el fin de semana pasado en sus redes sociales, por parte del actual Procurador del Medio Ambiente del Estado de México (Propaem), Luis Eduardo Gómez García.

En noviembre de 2017, la Subprocuradora fue despedida de su puesto, debido a que no contaba con el título de licenciada en derecho, requisito indispensable para tener el cargo. Adicional a una serie de abusos cometidos durante su gestión, trato prepotente con diversas asociaciones civiles de defensa animal, ausencias injustificables, desvío de recursos para beneficio personal, y goce de protección de funcionarios del gobierno anterior.

El pasado 21 de abril del año pasado, varios animalistas independientes entregaron un documento a la Propaem, solicitando su destitución como Subprocuradora. En el sitio de Internet Change.org se inició una petición, firmada por Ernesto Martínez, quien solicitaba, al entonces gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, la destitución de la funcionaria pública “debido al deficiente desempeño e incompetencia para atender y resolver denuncias de maltrato animal durante su gestión, favoreciendo a maltratadores de animales y repercutiendo en poco avance y carga de trabajo para protectores independientes”, cita la publicación. “Solicitamos se asigne un funcionario comprometido con el bienestar animal que cumpla con el perfil, actitud y capacidad resolutiva para hacer valer la ley y atender de forma contundente las denuncias”, agrega Martínez.

Alejandra Arias entró a laborar como asesora en la Propaem durante la gestión del ex Procurador Juan Jacob Perez Miranda, quien hoy se desempeña como titular del Comité de Transparencia y Acceso a la Información en el Infonavit. Ambos comenzaron a tener una relación de pareja que terminó con el matrimonio que Pérez Miranda tenía con Adriana Sánchez Cano, donde procrearon dos hijos.

Durante la relación que sostuvieron, la ex Subprocuradora levantó una denuncia en contra de su ex jefe y pareja, por los delitos de violencia de género y lesiones. Ella decidió cancelar las nupcias y poner a la venta su vestido de boda en las redes sociales para comprar comida para perro.

La pareja finalmente se reconcilió y decidió contraer nupcias a finales de septiembre de 2017. Actualmente ella está embarazada y separada de su esposo desde enero de este año.

Facebook Juan Jacob Pérez y Alejandra Arias
Facebook Juan Jacob Pérez y Alejandra Arias 
El tema viene a colación pues hoy en día existe una campaña a nivel mundial para denunciar el acoso, sobre todo sexual, en contra de las mujeres.

Pero ¿Qué sucede cuando las víctimas pasan a ser cómplices de sus supuestos victimarios? ¿Qué pasa cuando utilizan la seducción para obtener puestos o canonjías para sus carreras? Amantes, concubinas, amigas ocupan hoy diversos puestos, no sólo en el sector gobierno, sino también en el sector privado. Y algunas utilizan su belleza para escalar en el mundo laboral y después, cuando son despedidas o cuando están despechadas, denunciar un acoso que no existe.

“México está listo” es el título de una campaña impulsada por diversos actores, incluyendo a Plutarco Haza, Gael García, e Ilse Salas para parar el abuso. Coincido con ellos, pero la realidad es que esta campaña mundial también se ha prestado al chantaje y la denuncia en casos donde no se ha cometido tal abuso.

Es ahí donde hay que estar muy atentos y averiguar un poco más sobre los casos que salen y saldrán a la luz, para saber si estamos frente a un afán de protagonismo, una revancha, o si realmente estamos frente a un caso de abuso o violación. En uno u otro caso, finalmente los únicos que sabrán si existe o no el abuso, y más si no fue denunciado en su momento, serán los protagonistas de esa propia historia, el resto, seremos meramente observadores. 


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