¿En serio quieren un cambio?

¿En serio quieren un cambio?
Está muy de moda el hablar en todos lados (me refiero a todo el mundo) sobre la urgencia que tienen muchos por un cambio radical del estado que guardan las cosas. Por todas partes se escuchan gritos de angustia por la realidad que, según ellos, ahoga y hunde las esperanzas de millones.


México no es la excepción, sobre todo en el universo digital. A tal grado a llegado la paranoia de muchos personajes de la vida pública que lo primero que hacen por la mañana es tomarles la temperatura a las redes sociales para actuar en consecuencia. Aunque esas plataformas estén llenas de ‘bots’, ‘trolls’ y muchos inadaptados que llenan su vida esparciendo odio y porquería. Por supuesto que no todos los usuarios son así, pero difícilmente creo que a estas alturas se les deba de tener tanto temor, pero, en fin.

Sobre todo, porque cuando veo esa supuesta indignación por las cosas que pasan en nuestro país en general y en casi todos los estados y ciudades en lo particular, salta a la vista la parcialidad de algunos al criticar.

El caso específico de la CDMX es ejemplar. Gobernado por las fuerzas de izquierda desde hace muchos años y, casualmente, gobernado por López Obrador, imagen viva de ‘quejarse por quejarse’, los aguerridos cibernautas no tocan ni con el pétalo de un tuit las condiciones de la ciudad, no sólo por lo que pasa hoy, sino también por quienes han ocasionado ese desmadre, incluido por supuesto, López Obrador, casualmente.

Si de verás quisieran un cambio, ya estarían enfilando toda su energía para sacar a la izquierda de la capital del país y apoyar a un candidato o candidata que dejara de representar los intereses mafiosos de las mafias de izquierda, incluidas, casualmente, las clientelas creadas por López Obrador.

O qué ¿a poco la CDMX ha sido un edén? Anímese a cambiar, pero todo.

Las dos caras de la inconformidad, pura hipocresía.

Twitter: @adejorge


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