La autocracia, del griego autos (por sí mismo) y kratos (poder o gobierno), sería la forma de Gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal), que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres , llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes autocráticos (inflexible, centralista y autoritario). Los sistemas autocráticos (gobiernos de facto), serían pues una especie de dictaduras invisibles sustentados en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas) y represión social ( promulgación de Decretos-Leyes que rozarían la constitucionalidad pero que quedarán revestidos por el barniz democratizador del Tribunal Constitucional de turno (Ley Mordaza).
Un hito fundamental en la deriva autoritaria del Gobierno de Rajoy fue modificación del Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de expresión (Ley Mordaza) y la vergonzosa firma entre Rajoy y Sánchez del llamado “pacto antiyihadista” que bajo la falacia de combatir el terrorismo yihadista “convierte en delitos terroristas infracciones menores o conductas lícitas y supone un ataque a la línea de flotación del sistema constitucional” en palabras de Manuel Cancio Meliá (artículo 573.1) y cuyo penúltimo episodio sería el “affaire Alsasua” que según dictamen del Tribunal Supremo ” tendría encaje en el artículo 573.1 del Código Penal” y en consecuencia será juzgado por la Audiencia Nacional como “hechos constitutivos de un delito de terrorismo” con penas estratosféricas de 52 años para cada uno de los 7 encausados.
En el paroxismo de la deriva autoritaria de Rajoy, asistimos a la implementación de la llamada Doctrina Aznar que tendría como ejes principales la culminación de la "derrota institucional de ETA para impedir que el terrorismo encuentre en sus socios políticos el oxígeno que le permita sobrevivir a su derrota operativa" y el mantenimiento de la "unidad indisoluble de España " , teniendo como efectos colaterales “criminalizar a grupos y entidades díscolos y refractarios al mensaje del establishment dominante del Estado español” y la prohibición del referéndum soberanista en Cataluña mediante el “Golpe blando” implementado por el Gobierno de Rajoy tras la suspensión de facto de la Autonomía catalana mediante la aplicación del artículo 155, elementos constituyentes de la llamada “perfección negativa”, término empleado por el novelista Martín Amis para designar “la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal”.
La agudización de la crisis económica en el 2019, la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y la prohibición del Referéndum en Cataluña harán revisar la vigencia de la Constitución del 78 en la que se sustenta el actual status quo, por lo que se antoja inevitable un proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva que tendrá como efectos benéficos la liberación de la parte indómita del individuo primigenio ( el lobo estepario) que ha permanecido agazapado en un recodo del corazón, sedado y oprimido por la tiranía del actual sistema dominante, neoliberal y constrictor de las libertades democráticas. Así, tras un un parto agónico en el que agonizará lo viejo sin que amanezca lo nuevo, asistiremos al nacimiento del “Individuo Multidimensional” como generador de un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores e instaurador del caos constructivo que logrará finiquitar las estructuras del obsoleto Régimen del 78 y proceder a la instauración de la III República en el horizonte del 2020, escenario en el que se procederá al diseño de una nueva cartografía del Estado español con la implementación de un Estado Confederal.
Cataluña y la perfección negativa del Estado español
Un hito fundamental en la deriva autoritaria del Gobierno de Rajoy fue modificación del Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de expresión (Ley Mordaza) y la vergonzosa firma entre Rajoy y Sánchez del llamado “pacto antiyihadista” que bajo la falacia de combatir el terrorismo yihadista “convierte en delitos terroristas infracciones menores o conductas lícitas y supone un ataque a la línea de flotación del sistema constitucional” en palabras de Manuel Cancio Meliá (artículo 573.1) y cuyo penúltimo episodio sería el “affaire Alsasua” que según dictamen del Tribunal Supremo ” tendría encaje en el artículo 573.1 del Código Penal” y en consecuencia será juzgado por la Audiencia Nacional como “hechos constitutivos de un delito de terrorismo” con penas estratosféricas de 52 años para cada uno de los 7 encausados.
En el paroxismo de la deriva autoritaria de Rajoy, asistimos a la implementación de la llamada Doctrina Aznar que tendría como ejes principales la culminación de la "derrota institucional de ETA para impedir que el terrorismo encuentre en sus socios políticos el oxígeno que le permita sobrevivir a su derrota operativa" y el mantenimiento de la "unidad indisoluble de España " , teniendo como efectos colaterales “criminalizar a grupos y entidades díscolos y refractarios al mensaje del establishment dominante del Estado español” y la prohibición del referéndum soberanista en Cataluña mediante el “Golpe blando” implementado por el Gobierno de Rajoy tras la suspensión de facto de la Autonomía catalana mediante la aplicación del artículo 155, elementos constituyentes de la llamada “perfección negativa”, término empleado por el novelista Martín Amis para designar “la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal”.
¿Será Cataluña el detonante de la implosión del Régimen del 78?
La agudización de la crisis económica en el 2019, la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y la prohibición del Referéndum en Cataluña harán revisar la vigencia de la Constitución del 78 en la que se sustenta el actual status quo, por lo que se antoja inevitable un proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva que tendrá como efectos benéficos la liberación de la parte indómita del individuo primigenio ( el lobo estepario) que ha permanecido agazapado en un recodo del corazón, sedado y oprimido por la tiranía del actual sistema dominante, neoliberal y constrictor de las libertades democráticas. Así, tras un un parto agónico en el que agonizará lo viejo sin que amanezca lo nuevo, asistiremos al nacimiento del “Individuo Multidimensional” como generador de un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores e instaurador del caos constructivo que logrará finiquitar las estructuras del obsoleto Régimen del 78 y proceder a la instauración de la III República en el horizonte del 2020, escenario en el que se procederá al diseño de una nueva cartografía del Estado español con la implementación de un Estado Confederal.
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