No existe en el mundo una sola página impresa, virtual o informativa de cualquier tipo, que no tenga sus intereses respecto a su publicación. El New York Times, sin duda alguna, tiene los suyos con su más reciente editorial, en la que critica la manera en cómo se dirigen los medios de comunicación en México y su estrecha relación con el gobierno en turno.
En mi corta trayectoria en este mundo del reportaje, llamado también "periodismo", y aún de menor tiempo en el ámbito opinativo, he aprendido que debes ser muy cuidadoso con lo que escribes, porque tu trabajo, e incluso tu propia vida, está en serio peligro.
El NYT también lo sabe, y muy bien, sólo basta con ir al dato histórico que muchos conocen:
Durante la cruenta Segunda Guerra Mundial, allá por noviembre de 1940, Francia ya en manos del Tercer Reich, el mítico buque "Patria" se encontraba atracado en el puerto israelí de Haifa con más de 1,900 refugiados judíos. Los británicos no permitieron su desembarque en Palestina (Cisjordania) y el plan "B" fue enviarlos a la isla de Mauricio, África noroccidental, aún colonia inglesa. Pero entonces, "El Hagana" (grupo paramilitar de autodefensa judía), se dio a la tarea de saborear la expulsión de los inmigrantes ilegales e instaló una bomba en el barco. El explosivo se activó con la embarcación en altamar y hundió al buque con más de 250 refugiados. Este genocidio, venido de un error de cálculo, dejaba muy mal parados a los sionistas. Entonces, el diario neoyorquino publicó la trágica noticia en su portada. Durante el mismo episodio de la II-GM, el barco Struma se hundió en el Mar Negro con casi 800 refugiados de la Estrella de David, solamente uno sobrevivió. Fue considerada una de las más grandes tragedias ocurridas en los mares durante el acontecimiento del Siglo XX.
Cuenta la historia que este buque tuvo que ajustar su plan de navegación, viéndose imperiosamente forzado a desviar su trayecto original de Rumania a Palestina hacia Estambul (Turquía), pero los británicos se negaron tajantemente a aceptar a esos judíos, los turcos no los querían en su país y decidieron remolcar el navío, dejándolo a la deriva, y éste terminó por hundirse. Esta desgracia señaló directamente a los ingleses, y entonces, el Times apenas dedicó unos cuántos párrafos en su segunda página a esta gran noticia relacionada con un "buque del Mar Negro". Sin embargo, el Washington Post le otorgó el espacio que parecía elocuente al suceso.
Sobre asuntos judíos e Israel durante el segundo gran conflicto, el NY Times tuvo intereses sesgados, ¿no cree usted? La isla anglosajona, en su momento, llegó a presionar tanto al medio impreso señalado como a su corresponsal en Medio Oriente, Ray Brock que lo sacaron de la corresponsalía.
Entonces, lo que dice el NYT sobre la prensa mexicana no es nada nuevo, tampoco creo que sea lo correcto; no obstante, tanto aquí como del otro lado del río Bravo se comen frijolitos.
Sin discusión alguna, el periódico de Manhattan es un gran influyente y uno de los más críticos de los hijos de David, y así lo ha venido siendo de Peña Nieto, gracias, claro, a los medios nacionales, que replicaron una y otra vez sus reportajes hasta que les dio o nos dio una patada más abajo de la espalda. ¿Y cuáles son sus intereses en medio del proceso electoral mexica?
En hechos más recientes, el Times defendió el referéndum catalán, por lo que no dudo que haya alguien que esté jugando sus cartas en el ámbito político nacional con un diario que durante varios años halló eco en la prensa mexicana y ahora publica una realidad aplastante.
¿A quién sirve entonces el New York Times?
Agradecimiento a Carlos Figueroa y Hugo Guzman Santana, apasionados del tema histórico y profesionales del periodismo; así como gratitud especial al periodista y experto en tema de Guerras Mundiales, Gustavo Obregón Vargas.
davidcastellanost@hotmail.com
En mi corta trayectoria en este mundo del reportaje, llamado también "periodismo", y aún de menor tiempo en el ámbito opinativo, he aprendido que debes ser muy cuidadoso con lo que escribes, porque tu trabajo, e incluso tu propia vida, está en serio peligro.
El NYT también lo sabe, y muy bien, sólo basta con ir al dato histórico que muchos conocen:
Durante la cruenta Segunda Guerra Mundial, allá por noviembre de 1940, Francia ya en manos del Tercer Reich, el mítico buque "Patria" se encontraba atracado en el puerto israelí de Haifa con más de 1,900 refugiados judíos. Los británicos no permitieron su desembarque en Palestina (Cisjordania) y el plan "B" fue enviarlos a la isla de Mauricio, África noroccidental, aún colonia inglesa. Pero entonces, "El Hagana" (grupo paramilitar de autodefensa judía), se dio a la tarea de saborear la expulsión de los inmigrantes ilegales e instaló una bomba en el barco. El explosivo se activó con la embarcación en altamar y hundió al buque con más de 250 refugiados. Este genocidio, venido de un error de cálculo, dejaba muy mal parados a los sionistas. Entonces, el diario neoyorquino publicó la trágica noticia en su portada. Durante el mismo episodio de la II-GM, el barco Struma se hundió en el Mar Negro con casi 800 refugiados de la Estrella de David, solamente uno sobrevivió. Fue considerada una de las más grandes tragedias ocurridas en los mares durante el acontecimiento del Siglo XX.
Cuenta la historia que este buque tuvo que ajustar su plan de navegación, viéndose imperiosamente forzado a desviar su trayecto original de Rumania a Palestina hacia Estambul (Turquía), pero los británicos se negaron tajantemente a aceptar a esos judíos, los turcos no los querían en su país y decidieron remolcar el navío, dejándolo a la deriva, y éste terminó por hundirse. Esta desgracia señaló directamente a los ingleses, y entonces, el Times apenas dedicó unos cuántos párrafos en su segunda página a esta gran noticia relacionada con un "buque del Mar Negro". Sin embargo, el Washington Post le otorgó el espacio que parecía elocuente al suceso.
Sobre asuntos judíos e Israel durante el segundo gran conflicto, el NY Times tuvo intereses sesgados, ¿no cree usted? La isla anglosajona, en su momento, llegó a presionar tanto al medio impreso señalado como a su corresponsal en Medio Oriente, Ray Brock que lo sacaron de la corresponsalía.
Entonces, lo que dice el NYT sobre la prensa mexicana no es nada nuevo, tampoco creo que sea lo correcto; no obstante, tanto aquí como del otro lado del río Bravo se comen frijolitos.
Sin discusión alguna, el periódico de Manhattan es un gran influyente y uno de los más críticos de los hijos de David, y así lo ha venido siendo de Peña Nieto, gracias, claro, a los medios nacionales, que replicaron una y otra vez sus reportajes hasta que les dio o nos dio una patada más abajo de la espalda. ¿Y cuáles son sus intereses en medio del proceso electoral mexica?
En hechos más recientes, el Times defendió el referéndum catalán, por lo que no dudo que haya alguien que esté jugando sus cartas en el ámbito político nacional con un diario que durante varios años halló eco en la prensa mexicana y ahora publica una realidad aplastante.
¿A quién sirve entonces el New York Times?
Agradecimiento a Carlos Figueroa y Hugo Guzman Santana, apasionados del tema histórico y profesionales del periodismo; así como gratitud especial al periodista y experto en tema de Guerras Mundiales, Gustavo Obregón Vargas.
davidcastellanost@hotmail.com
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