La Tierra entró en una corriente de viento solar rápido a las 6 de la mañana (UTC) de este miércoles, cuando la velocidad del viento solar aumentó de 300-350 kilómetros por segundo a 500 kilómetros por segundo. Horas después, en la noche de ayer, la velocidad del viento llegó a situarse a un máximo de 650-700 kilómetros por segundo, casi el doble de la media. Actualmente la velocidad se mantiene en este nivel.
El contacto con la corriente perturbó el campo magnético del planeta. Según los científicos, en estos momentos la Tierra está experimentando el mayor impacto. Los académicos pronostican que nuestro planeta estará bajo el intenso bombardeo de la corriente un día más y que su campo magnético se calmará el viernes.
Las tormentas magnéticas pueden tener efectos físicos en los humanos, que bajo su influjo pueden experimentar dolores de cabeza, nerviosismo, irritabilidad, agotamiento, o ansiedad.
Vía: RT.
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