El edificio se vino abajo y él quedó atrapado entre los escombros; así permaneció durante 17 horas. Al ser un hombre de fe, Méndez se encomendó a Dios y oró por su hija de 3 años, quien le dio la fuerza para luchar por su vida.
Con una pierna rota, Martín sacó su cámara y se tomó una 'selfie', como evidencia de ese día trágico y de lo frágil que es la vida.
Vía: Infobae.
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