El mundo de las imágenes

“Una imagen vale más que mil palabras”. Frase que ha pasado de generación en generación, que contaba con una gran fuerza, pero que en la actualidad ya carece de veracidad por todos los avances tecnológicos que están a nuestra manos, pues ahora es muy fácil utilizar programas de edición fotográfica que son accesibles para todo aquél que tenga un smartphone o una computadora.
Programas que van de los más sencillos filtros para modificar una selfie, hasta programas más sofisticados que pueden engañar el ojo humano, haciendo modificaciones totales en una fotografía.

El día de ayer, fui a una exposición fotográfica llamada World Press Photo Award 2017, que se presentó en la galería del Palacio de Gobierno del Estado de Puebla, una exposición donde se presentan las fotografías más importantes del último año, que fueron captadas por fotógrafos o reporteros profesionales de diverso países en diferentes situaciones.

Donde se pueden encontrar desde fotografías amables, que pueden llenar de ternura al espectador, hasta fotografías crudas que muestran la crueldad humana en todo su esplendor, guerras, asesinatos, emociones humanas en su máxima expresión, dolor y alegría, triunfo y soberbia.

fotografía: Burhan Ozbilici, primer lugar del World Press Photo 2017

Pero más allá de todas estas expresiones humanas, existe aún la veracidad fotográfica, la veracidad de la imagen, ese click en el momento exacto, que no necesita de retoques tecnológicos para mostrar al ser humano y a su entorno como realmente es, la fotografía dentro de su estética, llena de matices, desde la perspectiva adecuada que sobrepasa la belleza de lo inimaginable, la realidad dolorosa y gratificante.

Este año el primer lugar del World Press fue para el fotógrafo turco Burhan Ozbilici, ésta fotografía fue tomada el 19 de diciembre de 2016, cuando el guardia de seguridad turco, Mevlüt Altıntaş Mert, de 22 años, asesinó al embajador ruso Andrei Karlov en Ankara. Dicha fotografía es llamada: “Un asesinato en Turquía”.

La anterior mencionada es el ejemplo perfecto de que la fotografía cruda sin retoques, ni anestesia, es la que acerca más a los seres humanos a la realidad que vivimos.

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