La cámara estadounidense ha dado luz verde a la nueva legislación de forma prácticamente unánime, con 98 votos a favor y dos en contra, lo que permite que esta sea enviada a la Casa Blanca, donde quedará en manos del presidente.
La nueva ley sobre las sanciones supone la primera legislación aprobada por el Congreso de Estados Unidos bajo el mandato del magnate estadounidense, que ha visto dificultada la tarea de poner en marcha su agenda política doméstica a pesar de que los republicanos controlan ambas cámaras.
La Administración Trump se ha mostrado contrario a la legislación, que obliga al presidente a obtener la aprobación de la Cámara de Representantes antes de retirar cualquier sanción impuesta contra Moscú.
El paquete de sanciones, que fue aprobado el martes 25 de julio, por la Cámara de Representantes con 419 votos a favor y tres en contra, podría poner en tela de juicio la relación entre Washington y Moscú, que ya se habían deteriorado durante la Presidencia de Barack Obama.
Trump, por su parte, había asegurado que la relación entre ambos países mejoraría bajo su Administración. Sin embargo, tanto los republicanos como los demócratas han presionado para que las sanciones se incrementen debido a la posibilidad de que existan indicios sobre una injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
Antes de que el Senado realizara la votación, el senador republicano John McCain ha manifestado que "Estados Unidos necesita enviar un fuerte mensaje a Putin y a cualquier otro agresor sobre la falta de tolerancia ante cualquier ataque contra la democracia".
"Son malas noticias para la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia", ha indicado el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov. "Se trata de una ley muy poco amigable", ha añadido. Asimismo, Peskov ha indicado que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidirá cómo responder a las sanciones una vez estas sean impuestas.
El presidente ruso, que ha negado cualquier interferencia por parte de Moscú en la campaña de Trump o las elecciones presidenciales, ha indicado que sólo reaccionará y tomará las medidas pertinentes una vez haya visto el texto final de la ley. El nuevo texto legal podría afectar a un gran número de empresas y sectores rusos, así como a la economía del país, que se ha visto debilitada durante los últimos años a raíz de las sanciones impuestas en 2014 en el marco de la crisis de Ucrania.
La decisión de Donald Trump
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ha indicado que Trump continúa apoyando la imposición de sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte y ha añadido que la Administración va "a esperar para ver cómo es la legislación y luego poder decidir".
El presidente puede imponer sanciones en cualquier momento mediante una orden ejecutiva. "Esta norma no imposibilita que él refuerce las sanciones. Eso no tiene sentido", ha afirmado Edward Fishman, ex alto cargo del Departamento de Estado durante la Administración Obama. Si Trump decide no firmarla, tiene diez días para vetarla. Aún así, ésta podría ser aprobada con el apoyo de dos tercios de ambas cámaras.
Vía: Cadena SER.
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