La acción de las autoridades llegó cuando comprobaron que la afluencia de personas a la vivienda del prelado era exageradamente frecuente, por lo que decidieron investigar qué sucedía.
Cuando la Policía entró, no podía creer lo que estaba sucediendo: un importante número de curas se encontraba en el interior del apartamento consumiendo estupefacientes y manteniendo relaciones sexuales de manera colectiva, a modo de orgía.
Las autoridades detuvieron al prelado y decidieron internarle en una clínica de desintoxicación, ya que evidenciaba claros síntomas de haber abusado de las drogas, y al parecer, padecía una importante adicción a las sustancias.
Por todo ello, le internaron contra su voluntad en la clínica Pío XI donde ha pasado un breve período, hasta la actualidad, en la que se encuentra de retiro espiritual en un convento de Italia con una vida mucho más tranquila que en los últimos años.
Múltiples irregularidades
El escándalo de las orgías se une a la dudosa concesión del apartamento, que no debería de haber acabado en las manos del secretario del Cardenal Coccopalmerio atendiendo de manera exclusiva al estricto reglamento que imponen las autoridades del Estado religioso.
Según informa InfoVaticana, el apartamento no se puede asignar al secretario de un jefe de dicasterio (cabeza visible de cada congregación), sino a un secretario que no mantenga vinculación con la alta jerarquía.
El apartamento, por tanto, se concedió de manera irregular, Junto a ello, el prelado decidió circular únicamente con un vehículo de matrícula vaticana, un hecho con el que quiso evitar en todo momento la jurisprudencia de Italia.
Por su parte, el propio cardenal Coccopalmerio se ve directamente salpicado por este escándalo, ya que los círculos más íntimos no creen que no supiera nada de todo lo que estaba sucediendo. Coccopalmerio llegó a proponerle como obispo para alguna diócesis, era su mano derecha, y acostumbraban a pasar largos períodos de tiempo hasta la madrugada.
Escándalos en el Vaticano
Para ello se creó una comisióne encargada de investigar todo lo acontecido sobre este hecho y depurar las responsabilidades pertinentes. Sin embargo, el grupo no ha contado con todos los medios y libertad que demandaban, o al menos así lo han asegurado algunos miembros como Marie Collins, que terminó dimitiendo por este hecho.
Los últimos escándalos en este sentido parten por el embajador del Papa Francisco en España, por ingorar completamente una denuncia por abusos sexuales contra un menor. O con el responsable de finanzas, imputado recientemente por pederastia y que tendrá que acudir a los tribunales australianos para defenderse de las acusaciones.
Vía: Los Replicantes.
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