Un pequeño país del sur de Asia con apenas 700.000 habitantes sabe cómo medir la felicidad de sus ciudadanos y cómo lograr que la mayoría de ellos se consideren satisfechos con la vida.
Económicamente hablando, Bután es un país agrario y, según la lista de la ONU, es uno de los menos desarrollados del mundo. No obstante, varias características únicas e importantes lo diferencian del resto del mundo. En particular, que las autoridades butanesas declaran abiertamente que el objetivo principal de sus actividades es que todos los ciudadanos sean felices. Una meta que está incluida en el noveno artículo de la Constitución.
En el último censo de 2005, el 97% de los butaneses contestaron de manera afirmativa a la pregunta de si son felices. La mitad de ellos incluso manifestaron que se sienten "muy felices".
Dorje Penjo, considerado como el 'ministro de felicidad' de Bután, ofreció una conferencia pública en la Universidad Estatal de Moscú en el marco del Festival Internacional de la Cultura Budista. Dorje Penjo es el director general del Centro de Estudios de Bután e Investigación de la Felicidad Nacional Bruta.
La felicidad de la población debe ser la principal misión de los Gobiernos, cree Dorje Penjo. "Si el Gobierno no puede crear felicidad para el pueblo no tiene ningún motivo para existir", resalta el 'ministro de felicidad'.
La Felicidad Nacional Bruta, el 'PIB humano'
El Gobierno de Bután oficialmente no considera el PIB como el criterio principal del desarrollo económico y la única forma de medir la prosperidad, sino que prefiere centrarse en el índice de la felicidad nacional bruta (FNB), o felicidad interior bruta (FIB).
Este índice es visto como un elemento clave para el desarrollo de la economía y tiene prioridad sobre la riqueza material. Para medirlo, los investigadores se basan en decenas de factores de nueve campos. Los principales incluyen la salud, la educación, la diversidad ecológica, un buen gobierno, el bienestar psicológico y el uso del tiempo.
El cuarto rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck, conocido por realizar muchas reformas en el país y abrirlo a los extranjeros, dijo que "la felicidad nacional bruta es más importante que el producto nacional bruto". Según los últimos cálculos, actualmente este índice varía entre 0,6 y 0,8 dependiendo de la región del país.
Sin corrupción, tabaco ni pesticidas
Este reino del Himalaya, de mayoría budista, cuenta con varios rasgos únicos, algunos de los cuales forman parte del programa estatal de la felicidad nacional bruta.
- En el reino prácticamente no existe corrupción, según los datos de la ONG Transparencia Internacional.
- Hasta la fecha Bután es el único país del mundo que ha prohibido por completo el cultivo, cosecha, producción y venta de tabaco y derivados desde 2010.
- Está prohibido matar animales para su consumo.
- Bután está erradicando los fertilizantes químicos y los pesticidas, por lo que
- espera convertirse pronto en el primer país del mundo que produzca alimentos de manera totalmente orgánica.
- Solo en 1999 el Gobierno levantó la prohibición de la televisión e Internet, ya que se creía que la exposición al mundo Occidental hace que la gente sea infeliz, pues fomenta el deseo y la codicia.
- El reino no tiene Marina ni Fuerza Aérea, y su Ejército permanente lo forman unas 16.000 personas.
¿Utopía o ejemplo a seguir?
El Día Internacional de la Felicidad, que se celebra el 20 de marzo, fue introducido en 2012 a propuesta del reino de Bután, que recibió el apoyo de los representantes de los 193 países miembros de la ONU.
Algunos países ya entienden la importancia de centrarse en la promoción de iniciativas similares al FNB. En 2013, Venezuela creó el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, mientras que Ecuador cuenta con una Secretaría del Buen Vivir.
La India y los Emiratos Árabes Unidos también tienen sus Ministerios de la Felicidad. Expertos de EE.UU., Tailandia, Francia y Canadá, a su vez, ya han comenzado a calcular los niveles de felicidad nacional.
En España, el foro organizado por Nueva Economía e Innovación Social (NESI Forum) abrirá el primer centro para medir la felicidad interior bruta, ya que "la economía debe contribuir a mejorar la felicidad" y estar al servicio de las personas, y no al revés.
En cuanto a Rusia, después de su estancia en la capital Dorje Penjo visitará la Universidad de Tomsk, en Siberia, donde se creará el primer laboratorio ruso de estudio de los criterios de la felicidad con la ayuda de la experiencia butanesa.
Por: Tatiana Bátyreva.
Vía: RT.
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