Por ejemplo, un individuo que en vez de estar pegado a la silla una hora entera, optara por trabajar levantado media hora, quemaría de promedio 5,5 calorías. Puede parecer poco, pero si esa práctica simple se aplicara durante toda la jornada laboral, al final de esta un hombre habría eliminado 56 calorías y una mujer, 48. Es la misma cantidad que se gasta subiendo escaleras durante cinco minutos.
Claro que para que esta alternativa fuera posible sería necesaria una medida ergonómica que proponen los investigadores: mesas más altas que permitan seguir trabajando cuando se está de pie. Sostienen que de esta forma –y a corto plazo– aumentarían la productividad y la energía y disminuirían el azúcar en sangre, la presión arterial y los dolores de espalda.
Las lumbalgias están entre los motivos más frecuentes de baja laboral, sobre todo, a partir de los cincuenta años. El dolor se produce porque al estar sentados la presión entre los discos de la columna aumenta y, además, la espalda pierde su curvatura natural. Sin embargo, una posición erguida tiene el efecto contrario.
Los expertos de Pittsburgh recomiendan también incorporar algunos ejercicios dentro y fuera de la oficina para contribuir al control del peso y a la salud ergonómica. Los estiramientos son básicos. Uno muy sencillo consiste en repetir cinco veces lo siguiente: colocar las manos en la cadera y doblarse hacia atrás durante tres o cuatro segundos.
Vía: Muy Interesante.
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