Los científicos han demostrado, por primera vez, que esta bacteria puede ser crucial en la lucha contra la obesidad y la diabetes tipo 2 gracias a una proteína que es capaz de detener el desarrollo de ambas patologías.
Actualmente no hay cura para la diabetes pero los científicos exploran varias posibilidades como la manipulación genética o el trasplante de páncreas
Para llegar a esta conclusión, los expertos realizaron experimentos con ratones, aislando Akkermansia muciniphila. Los niveles de esta bacteria eran más bajos en los roedores obesos que en los de peso normal. Además, también administraron un tratamiento basado en Akkermansia a un grupo de ratones, que finalmente invirtió varios trastornos metabólicos.
Los investigadores decidieron producir esta bacteria y probarla en seres humanos. Los ensayos llevan desarrollándose desde diciembre de 2015 en las clínicas de Saint-Luc de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica)
Hasta el momento, han demostrado que el uso de la bacteria en seres humanos es seguro, descubriendo accidentalmente que la pasteurización tiene efectos positivos sobre la bacteria: “Inesperadamente, descubrimos que la pasteurización de A. muciniphila mejoró su capacidad para reducir el desarrollo de la masa grasa, la resistencia a la insulina y la dislipidemia en ratones”, afirma Cani. Su eficacia se había duplicado.
Con objeto de entender por qué la bacteria se hizo tan eficaz por la pasteurización, aislaron una proteína que se puede encontrar en la membrana externa de la bacteria. Así, con la ayuda de la ingeniería genética, los científicos produjeron la proteína Amuc_1100 y la probaron en roedores. El resultado mostró que esta proteína fue tan eficaz para detener la diabetes y la obesidad como la bacteria pasteurizada.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature Medicine.
Vía: Muy Interesante.
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