Además, las Águilas eliminaron por segundo torneo consecutivo al archirrival en Cuartos de Final, esta vez con inteligencia y un suficiente 1-0 que marcó el 2-1 definitivo del global.
Sin desbocarse, los de La Volpe impusieron condiciones frente a un Rebaño que también espero, tuvo casi siempre la pelota pero nunca desequilibró.
El primer lapso fue dinámico, digno de un Clásico y lo que estuvo en juego: el boleto a las semifinales. América comenzó buscando hacer daño por el flanco izquierdo del Rebaño con despliegues de Renato Ibarra y sobre todo, de Darwin Quintero, poniendo a trabajar a Edwin Hernández.
El empate a cero parcial, y el marcador global igualado a un gol, favorecía a Chivas por el gol que hicieron en México, pero el cuadro tapatío nunca renunció al ataque. De hecho, la jugada más peligrosa del primer tiempo fue del equipo local, en un desborde por parte de Carlos Cisneros, quien pegado a la banda y comprometido con la pelota, sacó un disparo cruzado que por poco sorprende a Moisés Muñoz, al minuto 41’.
América tuvo intención, pero no fue superior. El ataque azulcrema se basó en los esfuerzos de la gente de mitad de cancha por tratar de tomar mal parada a la defensa rival. Esto permitió a José Juan Vázquez lucir en labores defensivas, apoyando a Pereira y Salcido, quienes a ratos también padecieron.
El primer tiempo también fue ríspido, un buen número de faltas y dos tarjetas amarillas coronaron la primera parte, en un encuentro en el que Roberto García Orozco trató de mantener con la ley en la mano.
En la segunda mitad, Ricardo La Volpe sacó a su equipo del libreto al cual acostumbra con sus equipos, y así se gestó la jugada del gol que puso en ventaja a los azulcremas.
América intentó jugar al pelotazo desde Moisés Muñoz. Así surgió la jugada en la que Darwin Quintero quedó frente a Rodolfo Cota e intentó definir, pero el mazatleco envió a corner.
En esa jugada cayó el gol, gracias a un remate de cabeza dentro del área, ese rubro en el cual los rojiblancos se habían fortalecido –Chivas recibió un solo gol de cabeza antes de este juego- fue la clave para abrir el resultado. Quintero centró al corazón del área, y un remate de Oribe Peralta, al 55’, puso en ventaja a las Águilas.
Matías Almeyda no quiso esperar y lanzó a su equipo a la ofensiva. Néstor Calderón y Marco Bueno fueron las alternativas que el técnico argentino buscó para resolver el crucigrama dispuesto por La Volpe.
No le alcanzó al Rebaño. Todo el equipo se lanzó al frente, buscó la manera de igualar, de hacer válida la posición en la tabla, y no les alcanzó. América volvió a humillarlos, y de nada le servirá a Chivas ostentar la eliminación en la Copa y la goleada en el torneo regular, pues a la hora buena, el América hizo suyo el partido que se debía de ganar.
Vía: Mediotiempo.
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