El grupo musulmán suní de línea dura fue expulsado de Shirqat el pasado jueves por fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos.
El mes pasado, el Estado Islámico perdió el control del yacimiento Qayyara, al sur de Mosul, ante el avance de las fuerzas oficiales en una ofensiva para recuperar la ciudad más grande bajo control rebelde.
Privado de ingresos petroleros, el Estado Islámico tendrá que encontrar otras formas de financiamiento, como elevar los impuestos y multas en áreas que todavía están bajo su dominio, dijo el funcionario de seguridad Muthana Jbara.
Fuerzas iraquíes todavía deben recapturar el yacimiento Najma, cerca de Qayyara, pero sus pozos de producción ya no son accesibles para el grupo debido a la continua ofensiva del Gobierno y a ataques aéreos, según funcionarios petroleros y de seguridad.
"Najma todavía debe ser liberado debido a que algunos lugares están en la zona de conflicto. La realidad es que es extremadamente difícil extraer y contrabandear petróleo mientras nuestras fuerzas están avanzando en dirección a Mosul", dijo el portavoz del Ministerio de Petróleo, Asim Jihad.
El Estado Islámico proclamó un califato sobre partes de Irak y Siria en 2014, pero ha perdido una cantidad significativa de territorio desde entonces ante las ofensivas respaldas por Estados Unidos, aunque todavía controla pozos petroleros en territorio sirio.
Vía: CNN Expansión.
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