El diario basó su análisis en un grupo de foco en Wisconsin, pero a 75 días de la votación, el 8 de noviembre, los intercambios públicos entre los dos candidatos han adquirido un creciente carácter personal y negativo, sobre la base de faltas de ambos aspirantes.
Clinton y Trump intercambiaron el jueves acusaciones sobre actitudes raciales. Clinton aseguró que Trump incorporó a grupos racistas y ultraderechistas en la corriente principal de la sociedad estadunidense. Trump, por su parte, afirmó que Clinton es “intolerante” y aun “hostil” hacia los negros.
Mientras nuevas encuestas apuntan a una creciente ventaja de Clinton, los dos candidatos enfrentan problemas propios que ayudan a oscurecer más sus respectivas imágenes.
Clinton no ha logrado aclarar del todo el escándalo alrededor de su uso de un servicio privado para su correo electrónico como Secretaria de Estado ni enfrentado denuncias de que como funcionaria fue deferencial hacia personas o grupos que donaron a la Fundación Clinton, creada por su esposo, el expresidente Bill Clinton y encabezada por su hija, Chelsea.
Varios grupos especializados en ética pública exhortaron a que la candidata y su familia se desliguen de la organización, especialmente si ella fuera electa.
Trump, por su parte, hace frente a críticas de su ala derecha y debió explicar que no ha cambiado de opinión respecto a la política migratoria o la posibilidad de construir un muro en la frontera con México.
Reconoció que habría que hacer ajustes con algunos que llevan décadas en Estados Unidos, aunque rechazó la idea de una amnistía.
Vía: Excélsior.
Comentarios
Publicar un comentario
Hacer un Comentario