No hemos visto nada nuevo: ataques sucios, algunos directos y otros por encargo. Muchas verdades negadas en torno a la corrupción de los candidatos, unos más descarados que otros, pero a la hora de catalogarlos se les tiene que poner la misma etiqueta. A casi todos.
La verdadera acción política se centra en lo que no vemos, negociar a ras de tierra con líderes locales y organizaciones que ‘mueven’ grupos de personas dispuestas a votar por uno u otro a cambio de algo. Ese ‘algo’ puede ser muy variado y va desde apoyos económicos muy bajos hasta espacios de poder. Hablo de todos los partidos.
La fachada de los eventos de campaña es añeja, se centran en los ‘qué’ y no en los ‘cómo’. Nada nuevo le digo.
Y eso pasa porque la ciudadanía se queda en la queja, en la chacota de las redes sociales y en el relumbrón (con una buena carga de intereses) de lo que se dice en los medios de comunicación.
No se ha articulado un verdadero mecanismo de presión para que las cosas y las personas cambien para bien en lo que a política se refiere.
El día que veamos a profesionales y expertos preocupados por el futuro del país participando seriamente en la vida pública y aspirando a puestos de elección popular, entonces será que podamos aspirar a cosas más interesantes.
Pero mientras sean las mismas caras con distintos colores, las mismas acusaciones de enriquecimiento ilícito o ineficacia en puestos anteriores, de conflictos de interés, de promesas repetidas una y otra vez, de ausencia de propuestas y de vulgares ataques para hacerse del poder con la intención de beneficiarse a sí mismos o al grupo que representan, las cosas no habrán mejorado en absoluto.
Cuando cambien las campañas, cuando la mayoría se sienta atraído por ellas, interesado por las ideas y promesas de cambio real, entonces nosotros también habremos avanzado como sociedad; mientras tanto, nadie puede decir que vivimos un momento ejemplar de la vida política en México y eso, nos incluye a todos.
email: jorgediaz@live.co.uk
Twitter: @adejorge
Facebook: http://goo.gl/Q4w6D2
Google+: http://gplus.to/JorgeDiazElizondo
Sitio web: http://goo.gl/KSWHW
Blog: http://www.lasanadistancia.com/
La verdadera acción política se centra en lo que no vemos, negociar a ras de tierra con líderes locales y organizaciones que ‘mueven’ grupos de personas dispuestas a votar por uno u otro a cambio de algo. Ese ‘algo’ puede ser muy variado y va desde apoyos económicos muy bajos hasta espacios de poder. Hablo de todos los partidos.
La fachada de los eventos de campaña es añeja, se centran en los ‘qué’ y no en los ‘cómo’. Nada nuevo le digo.
Y eso pasa porque la ciudadanía se queda en la queja, en la chacota de las redes sociales y en el relumbrón (con una buena carga de intereses) de lo que se dice en los medios de comunicación.
No se ha articulado un verdadero mecanismo de presión para que las cosas y las personas cambien para bien en lo que a política se refiere.
El día que veamos a profesionales y expertos preocupados por el futuro del país participando seriamente en la vida pública y aspirando a puestos de elección popular, entonces será que podamos aspirar a cosas más interesantes.
Pero mientras sean las mismas caras con distintos colores, las mismas acusaciones de enriquecimiento ilícito o ineficacia en puestos anteriores, de conflictos de interés, de promesas repetidas una y otra vez, de ausencia de propuestas y de vulgares ataques para hacerse del poder con la intención de beneficiarse a sí mismos o al grupo que representan, las cosas no habrán mejorado en absoluto.
Cuando cambien las campañas, cuando la mayoría se sienta atraído por ellas, interesado por las ideas y promesas de cambio real, entonces nosotros también habremos avanzado como sociedad; mientras tanto, nadie puede decir que vivimos un momento ejemplar de la vida política en México y eso, nos incluye a todos.
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