Nadie sabe, nadie supo. Ese será al final, lo que la ciudadanía; es decir, la última instancia en la que las deudas históricas se saldan, arrojará como conclusión.
El más reciente episodio en el que esos matones a sueldo, los del GIEI, se lanzaron contra la ineptitud e ineficiencia de las autoridades encargadas de llevar el caso, le pone más confusión al asunto.
Nunca sabremos bien a bien qué estaban haciendo los estudiantes ahí, quién los llevó y con qué intereses. Ni sabremos en realidad qué otras cosas hacían los estudiantes cotidianamente.
Nunca quedará claro la relación entre los supuestos autores intelectuales, a saber: el ex alcalde Abarca y su esposa, con el líder de los inadaptados de este país, el tristemente célebre, Andrés Manuel López Obrador.
Ni el papel exacto de los militares, los criminales, las policías o el rector de la escuela normal. No conoceremos que hay detrás de la aparente incapacidad del gobierno para manejar esta crisis que tanto nos ha dañado dentro y fuera de nuestro territorio.
Quizá, lo único que queda algo claro es que quien no ordenó la matanza; es decir, el Gobierno Federal, queda como único responsable de la misma. Una aberración por donde se le vea, pero en la que ellos mismos contribuyeron para que en eso se convirtiera, en su culpa ¿por qué? porque así se las gastan en la política mexicana: el vivo vive del más pendejo.
El asunto de este terrible episodio en la historia reciente de México se irá al fangoso pantano del olvido. Serán unos pocos los que con dolor recuerden esa fecha, los padres; los demás, serán vulgares vividores de la política y la mentira, que es lo mismo.
Gracias GIEI por su perversa intención de venir desde el extranjero a lanzar dardos envenenados, gracias Gobierno Federal por regalarnos la burla internacional.
email: jorgediaz@live.co.uk
Twitter: @adejorge
Facebook: http://goo.gl/Q4w6D2
Google+: http://gplus.to/JorgeDiazElizondo
Sitio web: http://goo.gl/KSWHW
Blog: http://www.lasanadistancia.com/
El más reciente episodio en el que esos matones a sueldo, los del GIEI, se lanzaron contra la ineptitud e ineficiencia de las autoridades encargadas de llevar el caso, le pone más confusión al asunto.
Nunca sabremos bien a bien qué estaban haciendo los estudiantes ahí, quién los llevó y con qué intereses. Ni sabremos en realidad qué otras cosas hacían los estudiantes cotidianamente.
Nunca quedará claro la relación entre los supuestos autores intelectuales, a saber: el ex alcalde Abarca y su esposa, con el líder de los inadaptados de este país, el tristemente célebre, Andrés Manuel López Obrador.
Ni el papel exacto de los militares, los criminales, las policías o el rector de la escuela normal. No conoceremos que hay detrás de la aparente incapacidad del gobierno para manejar esta crisis que tanto nos ha dañado dentro y fuera de nuestro territorio.
Quizá, lo único que queda algo claro es que quien no ordenó la matanza; es decir, el Gobierno Federal, queda como único responsable de la misma. Una aberración por donde se le vea, pero en la que ellos mismos contribuyeron para que en eso se convirtiera, en su culpa ¿por qué? porque así se las gastan en la política mexicana: el vivo vive del más pendejo.
El asunto de este terrible episodio en la historia reciente de México se irá al fangoso pantano del olvido. Serán unos pocos los que con dolor recuerden esa fecha, los padres; los demás, serán vulgares vividores de la política y la mentira, que es lo mismo.
Gracias GIEI por su perversa intención de venir desde el extranjero a lanzar dardos envenenados, gracias Gobierno Federal por regalarnos la burla internacional.
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