Los recursos del Fondo de Atención a Víctimas de la Violencia en Tamaulipas han llegado a mil 156 personas victimizadas o violentadas en sus derechos humanos. Bajo este rubro en 2015 el Gobierno del Estado destinó más de 12 millones de pesos y por lo menos algunas han recibido atención jurídica, apoyo psicológico y otro tipo de cuidado especializado.
Para muchos el tema de la Seguridad Publica en esta entidad del noreste de México es vista como un simple pleito entre policías y ladrones; para otros un buen pretexto para endeudar al Estado, mientras Egidio Torre Cantú, durante su administración ha invertido 16 mil millones de pesos en el combate a la delincuencia. Pese a ello las cosas no tienen del todo contento a los pobladores.
Existen historias de violencia en carreteras; en ríos, lagunas y presas; puertos marítimos y aeropuertos; incluso hay muertos que como dicen los creyentes, “no han podido descansar en paz”. Tal es el caso del Comandante Sergio Alberto Tenorio del Ángel y del Oficial Raúl Hernández Alvarado, ambos murieron el 23 de diciembre de 2010 luego de que un convoy de sicarios atacó las instalaciones de la desintegrada Policía Metropolitana; Tenorio, tenía 27 años en la corporación y Hernández, 17 de servicio; sus viudas no tienen pensión, ni han recibido el apoyo del alcalde, Gustavo Rodolfo Torres Salinas, vamos ni un vaso de agua les ha dado el priista.
En aquel sangriento 2010 el entonces edil tampiqueño, Oscar Rolando Pérez Inguanzo, estaba a una semana de culminar su mandato, ya ni siquiera vivía en la ciudad y su vida pendía del chaleco antibalas que vestía y el blindaje de la unidad que lo transportaba; tras el cambio de administración municipal, Magdalena Peraza Guerra, otorgó a las viudas cerca de 33 mil pesos por concepto de gastos funerarios y como apoyo humanitario una pensión quincenal durante los dos años y nueve meses que duró su gestión; pero desde octubre de 2013 que el “descorazonado e insensible” Gustavo Rodolfo Torres Salinas, llegó a la presidencia municipal, les fue retirado el apoyo “humanitario” y no les han otorgado un solo centavo; pues Torres Salinas, argumenta que los policías tienen una relación de carácter administrativo para con los ayuntamientos por lo que no son contemplados en el Plan de Pensiones para Trabajadores, dejando al garete a las viudas y sus familiares, quienes por cierto son personas de escasos recursos y el dinero lo quieren para sobrevivir, no para andar de compras en la frontera con Estados Unidos, ni para mandar a vivir a sus hijos a Paris, Francia; tema del que sabe y bien que sabe el alcalde tampiqueño.
Ante esta situación a todas luces injusta, la Comisión Estatal de Derechos Humanos a través de la Recomendación 08 http://codhet.org.mx/WP/wp-content/uploads/2015/07/REC-8-15.pdf conmina al alcalde Gustavo Rodolfo Torres Salinas, repare y gire instrucciones para que respeten los derechos de las afectadas y otorgue los beneficios de la seguridad social que deben disfrutar los miembros de las corporaciones de seguridad pública y las viudas de los policías municipales fallecidos en el cumplimiento de su servicio, que otorgue una pensión por causa de muerte, y prima de antigüedad a la que tienen derecho… en pocas palabras, que deje de actuar como un vival y se toque el corazón por el bienestar de dos desamparadas familias que insisto, no quieren andar de vacaciones por Paris, ni de compras en Madrid.
Para muchos el tema de la Seguridad Publica en esta entidad del noreste de México es vista como un simple pleito entre policías y ladrones; para otros un buen pretexto para endeudar al Estado, mientras Egidio Torre Cantú, durante su administración ha invertido 16 mil millones de pesos en el combate a la delincuencia. Pese a ello las cosas no tienen del todo contento a los pobladores.
Existen historias de violencia en carreteras; en ríos, lagunas y presas; puertos marítimos y aeropuertos; incluso hay muertos que como dicen los creyentes, “no han podido descansar en paz”. Tal es el caso del Comandante Sergio Alberto Tenorio del Ángel y del Oficial Raúl Hernández Alvarado, ambos murieron el 23 de diciembre de 2010 luego de que un convoy de sicarios atacó las instalaciones de la desintegrada Policía Metropolitana; Tenorio, tenía 27 años en la corporación y Hernández, 17 de servicio; sus viudas no tienen pensión, ni han recibido el apoyo del alcalde, Gustavo Rodolfo Torres Salinas, vamos ni un vaso de agua les ha dado el priista.
En aquel sangriento 2010 el entonces edil tampiqueño, Oscar Rolando Pérez Inguanzo, estaba a una semana de culminar su mandato, ya ni siquiera vivía en la ciudad y su vida pendía del chaleco antibalas que vestía y el blindaje de la unidad que lo transportaba; tras el cambio de administración municipal, Magdalena Peraza Guerra, otorgó a las viudas cerca de 33 mil pesos por concepto de gastos funerarios y como apoyo humanitario una pensión quincenal durante los dos años y nueve meses que duró su gestión; pero desde octubre de 2013 que el “descorazonado e insensible” Gustavo Rodolfo Torres Salinas, llegó a la presidencia municipal, les fue retirado el apoyo “humanitario” y no les han otorgado un solo centavo; pues Torres Salinas, argumenta que los policías tienen una relación de carácter administrativo para con los ayuntamientos por lo que no son contemplados en el Plan de Pensiones para Trabajadores, dejando al garete a las viudas y sus familiares, quienes por cierto son personas de escasos recursos y el dinero lo quieren para sobrevivir, no para andar de compras en la frontera con Estados Unidos, ni para mandar a vivir a sus hijos a Paris, Francia; tema del que sabe y bien que sabe el alcalde tampiqueño.
Ante esta situación a todas luces injusta, la Comisión Estatal de Derechos Humanos a través de la Recomendación 08 http://codhet.org.mx/WP/wp-content/uploads/2015/07/REC-8-15.pdf conmina al alcalde Gustavo Rodolfo Torres Salinas, repare y gire instrucciones para que respeten los derechos de las afectadas y otorgue los beneficios de la seguridad social que deben disfrutar los miembros de las corporaciones de seguridad pública y las viudas de los policías municipales fallecidos en el cumplimiento de su servicio, que otorgue una pensión por causa de muerte, y prima de antigüedad a la que tienen derecho… en pocas palabras, que deje de actuar como un vival y se toque el corazón por el bienestar de dos desamparadas familias que insisto, no quieren andar de vacaciones por Paris, ni de compras en Madrid.
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