El 'Efecto Bronco'

El 'Efecto Bronco'
 
 
 
 
 
 
Conocí al Bronco en el marco de un ciclo de conferencias de Ciencias Jurídicas del ITESM en Monterrey, N.L. En el evento Jaime Rodríguez explicaba su experiencia como alcalde y sus estrategias contra el crimen organizado así como su participación en distintos foros en países latinoamericanos compartiendo dichas experiencias. Jaime Rodríguez tiene un discurso contundente y una mirada profunda. En su ponencia hacía afirmaciones serias mientras miraba a un auditorio repleto casi totalmente de alumnos del Tec, haciendo pausas con las que generaba expectativa. Al salir de la conferencia, el Bronco fue escoltado por muchos estudiantes interesados en su proyecto que le cuestionaban acerca de la factibilidad de su proyecto de campaña a la gubernatura del estado frente a al duopolio de partidos políticos a lo que él contestó con una afirmación certera: “los partidos no se imaginan cómo, pero los vamos a sorprender y les vamos a ganar”.

Y en efecto, Jaime Rodríguez ha sorprendido a propios y extraños. Pasó de ser el bravucón de la contienda que suponía para muchos una inminente derrota sin el aparato de un partido, a ser el rival número uno tanto del PRI y el PAN como de los intereses que éstos representan. El riesgo de los candidatos del PRI y el PAN comenzó a ser más evidente cuando las encuestas comenzaron a levantar al Bronco, pero sobre todo cuando comenzaron los ataques contra él en los medios exponiendo presuntos ilícitos, pero en especial, fueron dos sucesos los que catapultaron al bronco en medios nacionales e internacionales y destacaron la debilidad de sus adversarios en la carrera para la gubernatura, quienes pensaban que sólo se requería estructura política y dinero para cautivar al electorado:

El primero fue el de una estrategia de repunte del candidato del PAN que terminó siendo una vergonzosa forma de suicidio mediático. Seguramente en un acto de irracionalidad (eufemismo de ocurrencia simplona) y cerrazón, propia de muchos “panistas” que invitaron a Felipe Calderón a levantar la mano de su candidato, calificando a Rodríguez como “un peligro para Nuevo León” en un cuadro que evidentemente fue a parar a la inspiración de los moneros de todo el país, justamente porque es un chiste que el expresidente Calderón, quien supuestamente ganó la elección, juzgando el peligro de sus adversario más fuerte, terminó desatando una guerra tremendamente peligrosa que desembocó en miles de muertos y desaparecidos en su sexenio. Una guerra que por cierto no llevó a ningún gobernador, ni funcionarios de alto nivel a la cárcel. Éste recurso “estratégico” terminó con la candidatura de Felipe de Jesús Cantú porque aun cuando (extrañamente) Felipe Calderón conserve algunos admiradores, su credibilidad no es símbolo precisamente de éxito.

En segundo lugar, un suceso relevante fue lo que Pablo Hiriart denominó el parricidio de Ivonne Álvarez que consistió en el deslinde de ésta con respecto al gobernador de Nuevo León, en la que termina diciendo: “Una cosa es mostrar personalidad, ideas propias y un sello particular, y otra muy distinta es hacer lo que hizo Ivonne Álvarez en Nuevo León: renegar de lo que representa”. En efecto, la disciplina es uno de los baluartes del PRI y la traición, una acción imperdonable.

Lo anterior ha puesto al Bronco como uno de los favoritos en la próxima elección, no obstante, los cálculos hacen pensar a muchos que los votos de los panistas que irán a Rodríguez, serán los que desestabilizarán al PAN, único partido que puede afectar sustancialmente al PRI. Sin embargo, el hecho de que Fernando Elizondo Barragán, declinara a favor del Bronco, que Manuel Espino exdirigente del PAN y Verónica Sada, diputada federal por el mismo partido se alearan a la candidatura y que diversos grupos del PRI estén colaborando con Rodríguez rompe el argumento de que sólo puede ganar alguien que supere el voto duro del bipartidismo.

El fenómeno Bronco podría definirse como la integración de diversas estructuras políticas y sociales a favor de una candidatura independiente. A pesar de que Rodríguez es un distinguido expriista se ha movido tan ágilmente como candidato independiente con un aparato de campaña esbelto que hace propias las críticas de los ciudadanos y se adjudica la representación de los sentimientos colectivos en función de la corrupción política. La gran ventaja de Rodríguez es que está incluyendo a los ciudadanos con una tremenda intuición que articula redes sociales que podrían ser en un futuro los principales críticos de su gobierno. El efecto Bronco ha sacado a las calles a ciudadanos a movilizarse en muchos casos de forma gratuita, a asociarse en redes de colaboración bajo un núcleo político y eso es justamente lo que en este momento se necesita. El gobierno requiere de la participación ciudadana no de sujetos en espera de dádivas. El gobierno centrado en el gobierno ya no es funcional ni necesario, se requiere la colaboración social.

Finalmente, para quien opina que el Bronco es un peligro para el estado, valdría la pregunta: ¿y el PRI (y la clase política en genral) no son un peligro para México? 
 

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