La tortuga estaba invernando en la caseta de herramientas de un jardín de la señora Jude Ryder, en la localidad británica de Pembrokeshire, cuando fue mordida en sus piernas por una rata, según un reporte de la BBC.
La señora Ryder ya había gastado más de 1,000 libras (unos 23,000 pesos) con los veterinarios para encontrarle una solución a la tortuga, cuando su hijo, Dale, quien es un ingeniero mecánico, encontró la solución ideal.
Tomó las ruedas de un avión de juguete y adaptó el eje al caparazón de la Señora T, con un resultado exitoso, pues la tortuga ha vuelto a desplazarse por el jardín de la familia, según el reporte de la BBC.
"Se adaptó a sus nuevas llantas de inmediato, pero ha tenido que aprender a girar y detenerse”, dijo la señora Ryder, quien considera que incluso la tortuga ahora avanza con mayor velocidad que antes.
Vía: CNN.
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